Cuando la multitud hoy muda, resuene como océano.

Louise Michel. 1871

¿Quién eres tú, muchacha sugestiva como el misterio y salvaje como el instinto?

Soy la anarquía


Émile Armand

lunes, marzo 30

Montaje Pandora 2: 12 anarquistas detenid@s, 17 registros policiales. Al menos 14 detenciones por resistencia a su asquerosa autoridad

Pinchando aquí, enlace a información actualizada.

Los servicios de información de la policía nazional, con su creación de los “Grupos Anarquistas Coordinados (GAC)”, han aprovechado y detenido a doce personas. El montaje policial, desarrollado desde las 6:00 horas de la mañana, ha tenido lugar en Madrid, Barcelona, Palencia y Granada. Decenas de mercenarios de la comisaría general de información de la policía nazional disfrutan de su labor represiva sin ningún sentido… más que el de perpetuar este podrido sistema corrupto.

El ministerio del interior acusa los arrestados de pertenencia a organización criminal con fines terroristas y la comisión de hechos delictivos consistentes en sabotajes y colocación de artefactos explosivos e incendiarios… como en Pandora 1, sin detalle, lo cual ya supuso la excarcelación de l@s compañer@s del montaje previo. Gracias al invento del GAC, una vez más, la policía goza deteniendo gente, registrando okupas y casas, desde las 6 de la mañana. El jefe de la patronal española en la cárcel, el partido del gobierno con sus tesoreros y gerente imputados (y con alguna de sus componentes en la cárcel, esposa de comisario de la policía nazional, por asesinar de un tiro en la nuca a la presidenta de la diputación de León), el psoe que montó el grupo terrorista g.a.l. (de su mafia andaluza, ni hablemos), el frente atlético con un reciente asesinato… y quienes no tenemos armas, no cometemos crímenes, y sólo queremos un mundo libre, sin gentuza como esta clase que acabamos de enumerar… ¿Somos l@s terroristas?

Se han practicado un total de 17 registros, seis de ellos en Centros Sociales Okupados. Un mínimo de catorce personas más también han sido detenidas, acusadas por delitos de resistencia, según des-informa el ministerio del interior. Serían un total de 26 detenciones, con nocturnidad y alevosía.

El montaje jurídico-policial viene de las Diligencias Previas 4/14 del juzgado central de instrucción número 6 de la audiencia nazional, el antiguo tribunal de orden público franquista.

El vomitivo análisis de los medios de manipulación de masas al servicio del estado y el capital no es ninguna novedad. La lucha anarquista sigue, no nos asustan, no les tenemos miedo, y pronto tendremos fuera a est@s compañer@s, si luchamos, claro. Que ninguna ley mordaza, que ningún código penal, pare los deseos de libertad. Acabemos con esta farsa, tomemos el papel que nos corresponde. Muerte al estado y al capital.

 En Madrid no hay miedo. Acción Directa contra el montaje jurídico-policial "Operación Piñata"

  En Granada tampoco



domingo, marzo 29

El vuelo de la patente divina

Hoja repartida, sin el título ni la firma, en la presentación del libro 1968: El año sublime de la Acracia, editado por Muturreko burutazioak, versando sobre los “ácratas” y el movimiento estudiantil antifranquista, en la librería Bakakai de Granada, el 15 de enero de 2015, acto que contó con la presencia del autor, Miguel Amorós, y con uno de los protagonistas, Antonio Pérez. La hoja explica por vez primera las circunstancias y motivaciones de uno de los hechos capitales de ese año.

La defenestración del Cristo 68 no fue causada por ningún motivo político. Tampoco fue un acto iconoclasta sino una defensa del patrimonio histórico. Queríamos hacer saber al mundo que los crucifijos actuales son todos absolutamente falsos y esto no sólo lo afirmamos los ateos sino que está demostrado por los propios documentos cristianos.

Según éstos, el matarile de esa invención que acabó convirtiéndose en la marca registrada “Jesús alias el Cristo”, no fue la cruz de los hodiernos crucifijos industriales sino una cruz immissa o capitata –latina y también protuberante sobre las demás del Gólgota–, que contaba con un sedilus excessus o equuleus –tablón para sentarse– concebido para retrasar que el peso del supliciado desgarrara enseguida las manos claveteadas. A cambio de esta apoyatura, no tenía suppedaneum o tarugo para apoyar los pies, un adorno inventado en el siglo VI por san Gregorio de Tours. Además, autoridades como Plauto, Lactancio, Séneca, Tertuliano y Justus Lipsius son unánimes en que fueron utilizados cuatros clavos, no los tres con que hoy pretenden engañarnos.

En cuanto al icono cruceño en la forma que hoy nos inculcan está científicamente demostrado que comenzó a esbozarse en el siglo VIII y que adoptó una forma parecida a la actual en el siglo XIII. Por lo tanto, el crucifijo es un logo reciente y, desde luego, nada intrínseco al cristianismo. Veamos su evolución histórica.

Es fama popular que una de las primeras insignias o contraseñas utilizada por los cristianos fue un pez –en realidad, un delfín–. Sin embargo, es más cierto que, cuando todavía no estaba fijada la imagen corporativa, los primeros emblemas fueron el áncora y el tridente. Y es todavía más cierto que la primera presentación de la cruz cristiana fue la esvástica o cruz gamada como puede comprobarse sin salir de Roma –ver las catacumbas de santa Generosa y santa Domitila–. Pero la crux gammata revelaba escandalosamente el origen oriental y mesopotámico de la nueva empresa por lo que, llegada la hora de la transnacionalización, la gamada fue sustituida poco a poco por otras cifras parecidas: la cruz decussata, la de san Andrés, la comissa, la griega y también la ansata o egipcia. A pesar del escamoteo de sus propios orígenes que ordenaron los ejecutivos cristianos, el uso de la cruz gamada era tan popular que se mantuvo durante siglos –ver en el museo de Manheim la lápida de Hugdulfus, del siglo VIII–.

La actual cruz latina empieza a llamar la atención de sus agentes comerciales en el siglo III y es Clemente de Alejandría el primero que la entiende como tou Kyriakou semeiou typon o símbolo del señor. Un siglo después, es mencionada con cierta frecuencia pero sigue sin ser única… hasta el emperador Constantino y fusiona todas las cruces anteriores en un nuevo diseño, el “monograma constantiniano”, que ya es parecido a la cruz actual.

Pero entiéndase que aún no estamos hablando del crucifijo sino sólo de la cruz. La marca “Jesús crucificado” todavía se demorará en aparecer. Lo hará por primera vez –pero idealizada– en una miniatura del Codex Syriacus (año 586). La representación patibularia e hiperrealista que hoy conocemos comienza en unos mosaicos del siglo VIII con un Cristo vestido; el taparrabos le reemplazará poco después pero el crucificado todavía aparecerá vivo y sin sufrimientos hasta que, en el siglo XIII, se fijará definitivamente el logo tal y como nos alucina en la actualidad.

Conclusión: al defenestrar aquel ídolo posmoderno estábamos denunciando el fraude histórico que representa la ocultación de la primigenia cruz gamada. Simultáneamente, al pulverizar aquel móvil decorativo estábamos devolviendo a la Nada lo que siempre fue nada.
La intervención del fetiche de la Facultad de Filosofía y Letras (Universidad de Madrid) fue realizada el día 20 de enero de 1968. La acción artística consistió en el descendimiento del crucifijo institucional que se encontraba colgado en una pared del aula 217 y su consecutiva expulsión a través de una ventana cuyo vidrio, al estallar, demostró que algunos entes sobrenaturales no pueden atravesar el cristal “sin romperlo ni mancharlo”. El objeto intervenido pesaba 2.347 gramos y estaba integrado por dos tablillas encoladas de viruta comprimida y un amuleto seudo-porno de latón, ambos componentes sin número de serie. Por el escaso peso del ente, no se alcanzó el necesario momentum de fuerza incumpliéndose así uno de los objetivos de la intervención –descalabrar a algún policía–. El gasto energético del lanzador fue de 666 calorías; el gasto empleado por el régimen franquista en las posteriores investigaciones policiales y ceremonias de desagravio, fue de 666 billones de calorías –combustibles fósiles sin incluir–. Por lo tanto, la intervención fue un éxito.
Un ácrata


jueves, marzo 26

Camino hacia una sociedad sin estado

“Camino hacia una sociedad sin Estado”, de Miquel Amorós, recuerda el primer paso a dar en el inicio de un cambio revolucionario: la abolición del Estado. Como bien se desprende de las enseñanzas de la guerra civil española (1936-1939), nada bueno puede esperarse a la sombra del Estado, por más arruinadas que se encuentren sus instituciones. El proceso de desestatización no discurrirá por los mismos cauces, pues las condiciones actuales son muy diferentes de las de entonces. A modo ilustrativo, el artículo va acompañado de la llamada a las armas de la Comuna de Lyon, intentona revolucionaria de septiembre de 1870 que Mijail Bakunin y sus compañeros aliancistas protagonizaron a través de un Comité para la Salvación de Francia.
Publicado en Argelaga 4


“La revolución tal como la entendemos tendrá que destruir radical y completamente desde el primer día el Estado y todas sus instituciones.”

Bakunin, Programa y objeto de la organización secreta revolucionaria de los Hermanos Internacionales.



Así comienzan las revoluciones, con el derrumbamiento del Estado. Bakunin, inspirándose claramente en la Comuna de París, describía el proceso paso a paso: organización directa de la comuna insurrecta, supresión de los cultos y de los códigos jurídicos, armamento del pueblo, abolición de la propiedad y de las instituciones estatales. Y seguía: proclamación de la igualdad económica y política (abolición de las clases), llamamiento a todas las provincias, comunas y asociaciones a seguir el ejemplo, federación de todas ellas según los mismos principios, extensión del movimiento a otras naciones… Como buen discípulo de Hegel, creía en el trabajo paciente del «viejo topo». Así, las revoluciones no eran obra de vanguardias, ocultas o públicas, sino que «nacen de sí mismas, por la fuerza de las cosas, por el movimiento de los hechos y los acontecimientos. Durante mucho tiempo se incuban en la profundidad de la conciencia instintiva de las masas; luego, estallan, aparentemente debido a causas fútiles.» La tarea de los revolucionarios consistía básicamente en reunir los elementos de la revolución que se encontraban diseminados, algo así como en amontonar materiales combustibles para un incendio.

La abolición del Estado podía concretarse en el fin del sistema de enseñanza, de la sanidad y asistencia públicas, del aparato de justicia, de la burocracia, de la policía y del ejército, de cuyas funciones se harían cargo las comunas libres y las federaciones. Sus responsables serían nombrados en elecciones.

Ahora bien, el camino hacia una sociedad sin Estado, o sea, hacia la anarquía, que, de acuerdo con Bakunin, no es más que «la manifestación completa de la vida popular librada a sí misma», ha de recorrer un gran trecho antes de llegar al punto en que el Estado y el Capital, dos realidades que son sólo una, se debiliten y disuelvan por causas internas y externas. Dicho recorrido está marcado por la crisis. Si alguna tarea han de tener quienes trabajan en pro de tal disolución por el bien de toda la humanidad, ésta no es más que la de identificar y dar a conocer los indicios de dicha crisis, con el fin de que el sujeto de la historia incida en ella con mayor acierto y haga lo que tengan que hacer. ¿Dónde se forja ese sujeto?

El sujeto revolucionario se constituye a partir de los antagonismos que surgen y se desarrollan dentro de la sociedad capitalista ¿Se manifiestan en el terreno de la política? Por supuesto que no. Ese terreno es propiedad de una casta usurpadora. Allí todos los antagonismos que surgen son falsos ¿Y en los lugares de producción? No exclusivamente. La extensión de las condiciones fabriles al conjunto de la sociedad urbanizada lleva el antagonismo Capital-Trabajo a manifestarse en cualquier parte. Lo que interesará saber es el sitio donde el capitalismo resulte más vulnerable, pero ese ya no es el taller o la fábrica. Menos todavía lo es el parlamento. El eslabón más débil lo constituyen las infraestructuras, los lugares de circulación. El sistema capitalista no es un régimen estático, sino que se halla en perpetuo y acelerado dinamismo. En el estadio actual de desarrollo, el de la producción mundial deslocalizada, la rapidez del intercambio determina la ganancia tanto o más que la productividad. El Estado constructor es el garante y responsable directo del veloz movimiento de la mercancía.

La bancarrota del Estado y del régimen económico que representa y protege, vendrá pues de la esfera de circulación; entiéndase circulación de energía, personas, mercancías y dinero. El viejo topo saldrá por ahí a la luz del día. Pero ¿qué causas objetivas originarán su quiebra? Ahí entra en juego el antagonismo que se deriva de la explotación ilimitada de los recursos finitos de la naturaleza, principalmente energéticos, es decir, la oposición entre Capital y Territorio, en torno a la cual ha de crearse la nueva clase subversiva. La circulación, las conurbaciones –y en última instancia, el capitalismo– dependen fundamentalmente del petróleo barato y del gas natural, mercancías que va a rarificarse en los próximos decenios, encareciéndose el transporte y dificultándose el funcionamiento de la sociedad urbana. El consumo descenderá, junto con la oferta de trabajo; la exclusión se extenderá y las áreas metropolitanas se volverán inviables. El crecimiento demográfico se detendrá. Y ahí es cuando entran en juego las masas agitadas. La lucha contra las infraestructuras virará a la supervivencia, lo que permitirá primero la aparición de huertos urbanos y generadores de energía renovable en los edificios arruinados junto a un esbozo de autoorganización marginal, y luego, de forma más general, determinará un movimiento de la población hacia el campo.

El antagonismo entre capitalismo y territorio –que a veces se presenta como conflicto entre la agroindustria y la soberanía alimentaria– no es único, aunque sea principal, sino que se refuerza con otros menores. Por ejemplo, el que existe entre la automación y el empleo, o el que hay entre las finanzas autónomas y el capital productivo (que a menudo se da entre el crédito y los salarios, o entre el consumo y la exclusión). También, entre la administración partitocrática y los servicios públicos, etc. Las contradicciones interactúan, acentuando los efectos críticos. Para la clase dirigente no es cuestión de superarlas o disimularlas, sino de incorporarlas a la cotidianeidad del sistema, convirtiendo la excepción en norma. En lo sucesivo, las crisis serán –ya son– la condición normal de la sociedad donde reinan condiciones turbocapitalistas.

El proceso triple de exclusión/desurbanización/ruralización significará para las administraciones una disminución recaudatoria, y por consiguiente, la contracción del Estado. La falta de financiación obligará el sistema a decretar nuevas tasas inasumibles, y en consecuencia, a proletarizar las clases medias y liquidar el nivel bajo de la jerarquía burocrático-política, que es el más numeroso, tratando de preservar lo más que se pueda el aparato represivo. La base social de la dominación se irá peligrosamente estrechando. La respuesta histórica de la burguesía a la crisis de los años veinte del siglo pasado fue el fascismo; la de la crisis de los setenta fue la mundialización. La primera aplastó al proletariado; la segunda, lo atomizó. Es de suponer que la próxima tenga más de represivo que de integrador, pues el crecimiento económico es bastante problemático y la sumisión no está suficientemente asegurada por la masificación. La respuesta será eminentemente fascista: empezará con un estado de excepción permanente, apuntalado en la derogación por ley de cualquier garantía política y en un sistema punitivo de largo alcance. La movilización popular permanente ha de volverlo inoperante.

En un contexto de crisis energética y financiera prolongada, los Estados tendrán dificultades en nuclearizar y militarizar el mundo a fin de impulsar nuevamente la economía. La población sacrificada, la que queda fuera del mercado, como ya hemos dicho antes, tendrá que auto-organizarse a una cierta escala y, a falta de erario, recurrir a formas de supervivencia al margen de los circuitos capitalistas. A la larga, la desestatalización y desmonetarización de la sociedad serán la consecuencia final de una crisis múltiple más que la obra de un sujeto consciente, pero igualmente dará lugar a comunas libres para la solución de problemas inmediatos, a las que sólo un movimiento radical de autodefensa podría consolidar. El elemento objetivo (las comunas) impulsará a su vez al elemento subjetivo, es decir, al sujeto (el movimiento social). Las indicaciones al respecto apuntadas por Bakunin siguen siendo las adecuadas. No obstante, aun sin un Estado que moleste, el paso de un régimen capitalista a otro comunista anárquico no se realizará en un solo país de la noche a la mañana, porque, dejando de lado la necesaria internacionalización del proceso revolucionario, hace falta un programa de transición que sería ante todo un programa de desmantelamiento. Por otra parte, si las comunas no fueran capaces de organizar su defensa, el Estado, aunque reducido a su mínima expresión, no moriría, sino que trataría de recomponerse a través de mafias, partidos armados, señores de la guerra y bandas paramilitares nacidos de la dispersión del poder. La lucha final no será otra.

lunes, marzo 23

Reflexiones sobre las posturas apolíticas, la irrupción del fascismo, y el “todo vale” en los movimientos animalistas

EL ESPECISMO NO ES UNA ISLA

Asumiendo que no existe un movimiento animalista como tal, sino una gran variedad de individuos y grupos con diferentes tendencias, metodologías, e incluso objetivos, queremos poner sobre la mesa algo que creemos que es común y fundamental para cualquier persona que se preocupe por la situación de los demás animales en nuestra sociedad: preocuparse por una situación injusta, posicionarse al respecto y emprender una lucha activa para cambiar esta situación supone, de hecho, adoptar una postura y una práctica política.

En el caso antiespecista, esta postura se traduce en dar prioridad a cuestiones fundamentales como el respeto hacia la vida y la libertad de otros individuos, por encima de cuestiones arbitrarias, y por encima de leyes y privilegios.

En este sentido, nos preocupa contemplar cómo en determinados ámbitos se tolera de forma acrítica o incluso se acepta abiertamente que personas con ideologías y prácticas autoritarias participen en la lucha animalista, bajo la justificación de que “no nos importa su opción política mientras ayuden a los animales”. Muchas veces, para explicar nuestro rechazo hacia la masacre de los demás animales, la comparamos con lo que ha sucedido en otros momentos o lugares a grupos humanos, como el ejemplo del Holocausto nazi. Sin embargo, al darle la vuelta, nos parece que la defensa de los demás animales no tiene nada que ver con las problemáticas humanas, y toleramos que alguien que justificaría el Holocausto defienda a los demás animales a nuestro lado. Defender a los animales es hacer política, y adoptar una postura política diferente para un grupo y para otro, es discriminación.

Puesto que los animales humanos, independientemente del color de nuestra piel, el género en el que se nos clasifique, nuestra tendencia sexual o nuestro lugar de nacimiento, también merecemos respeto y consideración, nos resulta incompatible sostener un discurso antiespecista y defender los derechos de los animales, con el hecho de admitir a nuestro lado a personas y grupos que mantienen posturas fascistas, sionistas, sexistas, homófobas, xenófobas, etc. El especismo no es un hecho aislado del resto de formas de discriminación y opresión que existen en nuestra sociedad. Tiene su origen y se fundamentan en valores que, si se abordan de manera sesgada y no se rechazan por completo, seguirán existiendo, reapareciendo, y tomando nuevas formas.

Que una persona de ideología fascista salve a un animal no humano es una buena noticia para ese individuo no humano, no cabe duda; pero la ideología de esa persona es una terrible noticia para millones de animales humanos a quienes no acepta dentro de su círculo de consideración; una terrible noticia para el avance de la igualdad, para el arraigo de unos valores contrarios a la discriminación y la opresión. En definitiva, una terrible noticia para quienes deseamos, para todos los animales sin distinción, la libertad y el cambio hacia un mundo mejor.

Si defendemos lo que es justo no podemos tolerar a quienes defienden la injusticia.

Debería ser obvio, pero ya está sucediendo.

EJEMPLOS DE FASCISMO EN LOS MOVIMIENTOS ANIMALISTAS
“El mundo del futuro será vegetariano”. Firmado: Adolf Hitler.
 Esta es una de las frases de presentación del blog del grupo PECTA (Patriotas Españoles Contra la Tortura Animal). A esta idea, más bien mitológica y desde luego irrelevante, de que el líder del nacionalsocialismo seguía una dieta vegetariana, se adhieren numerosas agrupaciones que dicen defender los derechos de los animales, al mismo tiempo que sostienen un discurso de extrema derecha y utilizan abiertamente sus símbolos. Este es el caso, por ejemplo, de Vegan Nationalism, Straight Edge España, o DANR (Defensa Animal Nacional Revolucionaria), vinculado a la formación Nueva Derecha y la agrupación Resistencia Cristiana. Aunque de momento no son demasiado visibles en el panorama animalista, existen pruebas de la participación de algunos de estos grupos en convocatorias antitaurinas o campañas de gran alcance mediático como la que se llevó a cabo para tratar de detener el asesinato del perro Excálibur en octubre de 2014. Lo mismo comienza a suceder con otras organizaciones, de discurso más o menos ambiguo, que se abren camino con sus banderas y enfoque patriótico de la cuestión. No es nuestro objetivo aquí señalar una por una a estas personas y siglas, ni profundizar en sus conexiones políticas, puesto que la observación y una búsqueda rápida por Internet pueden aportar suficiente información a quien se interese en conocerla. Sí queremos, al menos, dejar constancia de su existencia, y alertar sobre las consecuencias que puede traernos acogerles, tal y como ya ha sucedido en otros lugares del territorio europeo.

En enero de 2013, en el Estado italiano, un joven perteneciente a un movimiento de derecha estudiantil reconoció varios ataques a la industria láctea. En este Estado, varios grupos vinculados a formaciones políticas de extrema derecha, como Cento per Cento Animalisti o La foresta che avanza, se han hecho un hueco y van tomando fuerza en el entorno animalista. Los ataques de 2013 habían sido firmados con las siglas ALF, facilitando la manipulación mediática y la conveniente conexión del ALF y de las acciones por la liberación animal con las ideas filofascistas.

En Francia, según los testimonios del grupo Panthères Enragées, que trabajan en la cuestión desde una perspectiva libertaria, la escisión en los movimientos animalistas es más que evidente debido al poder y el apoyo que obtienen algunas personalidades de la extrema derecha. En el International animal Rights Gathering celebrado en 2013 en el refugio Animaux En Péril, en Bélgica, este grupo fue expulsado por denunciar la relación del santuario con la activista fascista Nathalie Krier, y por promover un boikot a la proyección de “ALF: la película”. Dicho film cuenta con apoyo y financiación de la fundación de Briggite Bardotte, quien ha sido condenada en varias ocasiones por odio racial y homofobia, aparte de apoyar abiertamente a Marie Lepen. También existen pruebas que vinculan directamente al director de la película ALF con Nathalie Krier, y a ésta última con Esteban Morillo, responsable del asesinato de un joven antifascista en junio de 2013.

En Reino Unido, a finales de 2014, tuvo lugar una campaña contra la pastelería vegana “Cakes ´n´ Treats”, por la conexión de su dueña con un grupo fascista italiano. Finalmente, el establecimiento tuvo que cerrar.

Consideramos que estos hechos no son anecdóticos, sino síntomas de que en los movimientos animalistas es necesario un debate y un posicionamiento hacia otros tipos de discriminación y opresión. Una de las consecuencias más directas de la aceptación acrítica de esta “infiltración” es la división en el movimiento, señalando muchas veces como agitadoras a aquellas personas que rechazan de lleno a los grupos fascistas, en lugar de señalar y expulsar a los propios fascistas. Por otro lado, se abre la veda a que, a través del rechazo a las prácticas de la explotación animal, se difundan valores racistas u homófobos. En las redes sociales de estos grupos, por ejemplo, se insulta a personas que maltratan animales como “homosexuales reprimidos”, o se da prioridad a noticias en las que la explotación o el maltrato animal vienen de mano de personas de etnia gitana o “raza” negra, dando relevancia a estos hechos arbitrarios.

La tercera consecuencia es que, al abrirles la puerta de nuestra casa estos individuos, estamos facilitando la represión hacia el movimiento.

LA REPRESIÓN Y LA POLICÍA “AMIGA DE LOS ANIMALES”

Lo que es legal no se corresponde con lo que es justo. Esto es un hecho fácil de comprender para cualquier persona que observe la situación en la que están los demás animales en nuestra sociedad, y su estatus legal como propiedades. Las Fuerzas de Seguridad del Estado, como su propio nombre indica, existen para defender al Estado y sus leyes. Son, por tanto, quienes ejecutan dichas leyes, sean injustas o no.

La policía fue quien permitió a la fuerza que se llevaran a Excálibur para asesinarle. La policía es quien a la fuerza nos impedirá detener una corrida de toros o quien protegerá a un laboratorio de experimentación animal si intentamos salvar a sus víctimas. La policía es quien, incluso, nos impide muchas veces repartir información a las puertas de un circo. La policía es quien saca a nuestras compañeras y amigas de sus casas, muchas veces a través de montajes, y las mete en la cárcel. La policía es quien lleva años infiltrándose en los movimientos sociales para desestabilizarlos, manipularlos y desactivarlos. La policía que de vez en cuando salva a un perro, también es la que los lleva a morir a las perreras, y la que echa a la gente de sus hogares, y la que nos apalea en las manifestaciones... Los policías amigos de los animales nunca podrán ser nuestros amigos, porque pertenecen a una institución que es, por naturaleza, nuestra enemiga. Y, si pertenecen a una institución que nos dificulta la defensa de los animales, no pueden autodenominarse defensores de los mismos.

Por tanto, cualquier gesto que nos acerque a esta institución, ya sea apoyarles directamente, poner un “me gusta” en las redes sociales, permitir despreocupadamente que sus valores empapen los nuestros, es ponérselo fácil para seguir infiltrándose, haciéndonos montajes, criminalizándonos y reprimiéndonos.

El especismo, como señalábamos antes, no es un hecho aislado, sino una forma más de dominación y autoridad, como lo son el fascismo y la represión del Estado. Creemos que, si queremos acabar con él, tenemos que ser conscientes de este hecho y nunca dejar de cuestionar la autoridad en sí misma.
 
 
Asamblea Antiespecista de Madrid
lamismalibertad@gmail.com
acabemosconelespecismo.com

viernes, marzo 20

Como niños

Sé obediente, no pienses,
nosotros lo haremos por ti,
nosotros te diremos
lo que tienes que decir,
mira la tele, huye de problemas,
haz lo que te digo,
es muy fácil
imita a todos los demás,
espera tu golpe de suerte,
sueña nuestras pesadillas,
consume sucedáneos,
aprende que el dinero
es para gastar,
véndete barato,
admite los abusos,
corrómpete si puedes,
los pobres van al cielo
los ricos donde quieren,
aúlla en los estadios,
eructa tu cerveza,
persigue billetitos,
visita Isla Mágica,
compra en Inditex,
babea ante famosos,
aplaude a las estrellas,
agita tu bandera,
espera al rey saludar,
vota a quien te digan,
cómetelo todo,
no contestes, no te indignes,
recuerda, eres un buen chaval,
no te salgas de la fila,
escribe cien veces
la riqueza no da la felicidad,
no te quejes, no te pases,
vete a la cama
que mañana te toca madrugar.


 

Antonio Orihuela. El amor en los tiempos del despido libre. Ed. Amargord, 2014

martes, marzo 17

La enfermedad moral del patriotismo


Jorge Majfud

Natural es todo aquello que inventaron los hombres y las mujeres antes que naciésemos nosotros; toda mentira que no cuestionamos es necesariamente una verdad. Una mentira útil nunca sirve al engañado sino al que engaña. Una mentira útil, un instrumento de la perversión inhumana es el patriotismo.

Por todos lados vemos inflamados discursos patrióticos, actos públicos, guerras y matanzas, ofensas y contraofensas, ceremonias de honor y ritos solemnes impulsados por esa orgullosa y arbitraria discriminación que se llama patriotismo. Claro, no se pueden montar discursos en nombre de los intereses de una clase social, ya que la tradición no es suficiente para sostener un concepto moralmente insignificante y generalmente negativo, como lo es el concepto de «interés». Por lo tanto, se apela a un concepto de larga y bien construida tradición positiva: el patriotismo. Con ello, se niega la división interna de la sociedad afirmando la división externa. La división interna —de clases, de intereses— no desaparece, pero se vuelve invisible y, a la larga, se consolida con la sangre del patriota que no pertenece al reducido círculo de los intereses que la promueven. El patriota muere religiosamente por su patria. Su patria concede medallas a sus padres, a sus hijos, y toda la seguridad a sus «intereses». Así, morir es un honor. El honor no procede de una reflexión moral sino del discurso patriótico, del rito, de los símbolos nacionales, de una virtual trascendencia del individuo en la «salvación» de su patria.

No voy a entrar ahora a analizar el significado de la trágica sustitución de interés real por patriotismo interesado. Simplemente me bastará con anotar que sólo la idea de «patriotismo» es insostenible, desde un punto de vista humano, desde la conciencia de la especie a la que pertenecemos. Es más: el patriotismo no sólo es insostenible para cualquier humanismo, sino que se lo usa para destruir a una humanidad que busca, desesperadamente, su conciencia universal.

El sentimiento patriótico es pasivo y activo, es impulsado por los ritos, por los discursos y por las ceremonias. Pero también es el motor de todas ellas. El patriotismo es la conciencia egoísta de la tribu que le impide la evolución a un estado de conciencia universal: la conciencia humana. El patriotismo es uno de los mitos más consolidados desde los últimos siglos. Por naturaleza, el patriotismo no sólo es la confirmación casi inocente de la pérdida de individualidad en beneficio de un símbolo artificial, creado por la milenaria tendencia humana del dominio de una tribu sobre las otras.

Ahora bien, podemos decir que un país puede ser una región cultural más o menos definida —y siempre imprecisa—; que la idea de país tiene ventajas en la organización administrativa de la vida pública. De acuerdo. Pero el reclamado sentimiento patriótico, mezcla de fanatismo religioso y utilidad secular, antes que nada es la negación de todos los pueblos que no incluyen al patriota. Si soy nacionalista, si soy patriota, estoy dando prioridad moral a un conjunto de hombres y mujeres desconocidas (mis compatriotas) sobre un conjunto más amplio de  desconocidos (la humanidad). Puedo beneficiar a mi familia, a mi ciudad, a mi país en alguna decisión propia. De hecho siempre tendremos tendencia a beneficiar a nuestra familia antes que a la familia del vecino. Pero puedo hacerlo de forma consciente y no valiéndome de una mentira para justificar cualquier acto delictivo de alguno de los integrantes de mi círculo afectivo más próximo. Y el patriotismo es precisamente eso: una condición de irreflexividad. Para ser patriota debo aceptar cierto grado de acrítica —a veces mínimo, a veces obsceno—, pero ese grado, por mínimo que sea, es todo lo que tiene de patriota un individuo. Todo lo demás es lo que tiene de individuo. Esto no niega que alguien pueda sentir «amor» por un lugar concreto, por un país, y que pueda dar la vida en su defensa. Un sentimiento de amor es irrefutable. Pero este «entregar la vida por amor» no significa que la motivación de los hechos no esté motivada en un error, en un engaño. El amor es irrefutable, pero lo que hace el amor sí puede serlo. Y para que ese amor se identifique con la motivación errónea en necesario, además, un fuerte sentimiento patriótico. Para que ese amor nos lleve a la muerte sin el paso previo de una profunda reflexión moral es necesario un código incuestionable, una condición de fanatismo, el anestésico de un rito religioso, el patriotismo. De esta forma, la estrategia más efectiva del patriotismo consiste en identificarse —entre otras cosas— con el amor, es decir, con el altruismo, siendo que su objetivo es, paradójicamente, egoísta. Es decir, en nombre del altruismo, el egoísmo; en nombre de la unión, la discriminación.

No podemos negarlo. Todo patriotismo significa una discriminación, un crédito que extendemos a quienes comparten nuestra nacionalidad y se lo negamos a quienes no la comparten. Ahora, ¿por qué este crédito? Este crédito moral sólo puede tener una función profiláctica, pretende evitar la crítica y el cuestionamiento a quienes poseen el beneficio, la alianza interior. Pero es un crédito injusto, inhumano, discriminatorio, arbitrario.

La reflexión es cuestionamiento, el cuestionamiento es duda, y la duda siempre es un estorbo para los intereses ajenos. Un soldado que piense gasta inútilmente sus energías mentales. Si acaso se niega a ir a una guerra que considera injusta, recibirá todo el peso de la ley, la cárcel, y la lapidaria deshonra de «traidor a la patria». Lo que demuestra, una vez más, que sólo un reducido grupo —con intereses y con poder— puede administrar el significado de lo que es y no es «patriota». Es decir, patriota es alguien que no cuestiona, que no critica. El patriota ideal no piensa.

Yo me reconozco como uruguayo. Reconozco una vaga región cultural llamada Uruguay. Pero de ninguna manera soy patriota. Me niego a ser patriota como me niego a responder a una raza —otra histórica arbitrariedad de la ignorancia humana—. Me niego a inyectarme ese sentimiento militarista. Ser patriota es confirmar la arbitrariedad de haber nacido en un lugar cualquiera de este mundo, negando el mismo derecho que merece un africano o un asiático de merecer mi más profundo respeto, mi más firme defensa como ser humano. Desde niños, las instituciones sociales nos imponen ese sentimiento. Hace varios años uno de mis personajes, en el momento de jurar «dar la vida por su bandera» en su tierna infancia, gritó «no juro», alegando que ese juramento era inválido e inútil, que gracias a ese juramento los asesinos y corruptos podían recibir sus credenciales de ciudadanía igual que cualquier honesto trabajador. Etc. Estoy de acuerdo con mi propio personaje. ¿Por qué debo amar a un desconocido compatriota más que a un desconocido australiano o más que a un desconocido portugués? ¿Por qué habría de entregar mi vida por una región del mundo en desmedro de otra? ¿Por qué el Uruguay habría de ser más sagrado que el Congo o Singapur? ¿Por qué debo considerar a mis compatriotas más hermanos que un argelino o un mexicano? Sí, me siento culturalmente más próximo a otro uruguayo, compartimos una historia, una forma de sentir el mundo, de hablar, de comer. Pero eso no le da prioridad a ningún compatriota mío a ser considerado más ser humano que cualquier otro.

Por todo eso, y por mucho más, no soy patriota. Seré patriota el día que se reconozca como única patria a la humanidad —así, sin discriminaciones.


sábado, marzo 14

Comer Animales

 
El ensayo “Eating Animals” (comiendo animales), primera obra de este género del autor estadounidense Jonathan Safran Foer


La obra propone una serie de preguntas y respuestas tales como ¿por qué el hombre es carnívoro?; ¿es esta costumbre moralmente legítima? y, en especial, ¿cómo tratamos a los animales que nos comemos?

Entre datos estadísticos, recuerdos de la infancia y argumentos filosóficos, Jonathan Safran Foer se cuestiona las creencias, los mitos y las tradiciones familiares y nacionales relacionadas con el hecho de comer o no carne. A lo largo de los capítulos de su libro Eating Animals (Comiendo Animales), el autor lleva a cabo una extensa investigación que incluye una expedición clandestina a un matadero industrial y un reportaje sobre un rancho en el que se practica la ganadería tradicional. El autor explora la atrocidad desde todos lo ángulos posibles y los últimos vestigios de una civilización en la que los animales aún eran respetados.

Como siempre ocurre con este tema, este libro no se librará de polémicas ni de discusiones apasionadas. Son muchos los lectores que disiparon sus dudas y se hicieron vegetarianos al leerlo. Además, los elogios que recibió por parte de famosos escritores han añadido un interés especial a la obra. "Se evocan de forma tan viva los horrores diarios en las granjas industriales y se evidencia de forma tan convincente la responsabilidad de los dirigentes del sistema que cualquiera que haya leído el libro de Foer y continúe consumiendo los productos de la industria o no tiene corazón o es impermeable a la razón, o ambas cosas". J.M. Coetzee.
Extracto de Eating Animals
"Antes de planear mis visitas a las granjas, pasé más de un año investigando la bibliografía existente sobre la alimentación carnívora: la historia de la agricultura, documentación sobre la industria y el Ministerio estadounidense de Agricultura, panfletos activistas, obras filosóficas relevantes, numerosos libros sobre alimentación que tratan el tema de la carne… A menudo me asaltaron sentimientos de confusión. Algunas veces mi desorientación era el resultado de términos tan resbaladizos como sufrimiento, alegría, crueldad. A menudo, estos sentimientos parecían infligidos de forma deliberada: el lenguaje nunca es exacto, pero cuando se trata de comer animales, las palabras suelen ser utilizadas para confundir y camuflar en igual medida que son utilizadas para comunicar. A veces se usan términos que nos ayudan a olvidarnos de lo que realmente estamos hablando. Otros, como «criados en libertad» pueden confundir a quienes buscan tranquilidad de conciencia. Algunos otros, como «feliz», significan lo contrario de lo que parece. Y algunos, como «natural», no significan absolutamente nada".

"No podemos justificar la ignorancia, sí la indiferencia. Soportamos la carga, pero también la suerte de vivir una época en la que la crítica contra la ganadería industrial va calando en la conciencia popular. Con el paso del tiempo, y con todo el derecho, se nos podrá proponer la siguiente pregunta: y vosotros, ¿qué hicisteis cuando supisteis la verdad sobre el hecho de comer animales?"


"Hay algo especial en el hecho de comer animales que hace que las diferentes opiniones se polaricen: o nunca comemos carne, o no nos cuestionamos seriamente el tema, o nos convertimos en activistas. Estas posiciones antagónicas, al igual que el rechazo a adoptar una determinada posición, son muy reveladoras, ya que convergen para indicar que comer animales no es una cuestión banal."


"El hecho de consumir o no animales y la forma en que los consumimos provoca de todo menos indiferencia. La carne está relacionada con lo que somos y lo que queremos ser, desde el libro del Génesis hasta la última ley sobre la ganadería. La carne provoca cuestiones filosóficas significativas y representa una industria que mueve una cifra de más de 140.000 millones de dólares anuales y ocupa casi un tercio de las tierras del planeta; que modifica los ecosistemas oceánicos y podría determinar el futuro medioambiental de la tierra. Sin embargo, parece que sólo somos capaces de reflexionar de forma superficial sobre el contorno de los argumentos, sobre los extremos lógicos antes que sobre las realidades prácticas.


"Mi abuela declaró que nunca comería cerdo, aunque le fuera la vida en ello. Muchas personas se acogen a esta apuesta de todo o nada cuando se trata de la elección de su dieta. Es esta una forma de pensar que no aplicaríamos nunca a otros aspectos éticos de la vida (imaginemos, por ejemplo, la posibilidad de mentir siempre o de no hacerlo nunca). No sabría decir el número de veces en las que, habiendo confesado a alguien que era vegetariano, mi interlocutor reaccionó resaltando algún tipo de inconsistencia en mi modo de vida o tratando de encontrar algún fallo en un argumento que yo aún no había desarrollado (en muchas ocasiones he tenido la impresión que mi vegetarianismo era más importante para los demás que para mí mismo)."

"Tenemos que encontrar una forma más adecuada de hablar del hecho de que comemos animales. Hay que buscar los medios de situar la carne en el centro del debate público, del mismo modo que en tantas ocasiones se encuentra en el centro de nuestros platos. Pretender llegar a un consenso se antoja algo inútil. Por muy fuertes que sean nuestros convencimientos sobre lo que es bueno para nosotros de forma individual, e incluso en lo colectivo, sabemos de antemano que nuestras posiciones van a chocar con la de nuestros vecinos. ¿Qué podemos hacer ante esta inevitable realidad? ¿Abandonar la discusión o encontrar un medio de reconducirla?"

miércoles, marzo 11

Reformismo y okupación

Cómo okupar y no morir en el intento.

El libro que sostienes entre tus manos no es un manual sobre cómo okupar. La lectura de las siguientes páginas no te proporcionará información acerca de cómo abrir una puerta, cómo obtener energía del suministro eléctrico o cómo proceder cuando la policía acuda al inmueble recién okupado.

Los seis artículos que conforman el presente trabajo han sido escritos por personas que pertenecen o han pertenecido a la asamblea madrileña ¡Okupa, resiste, crea!, cuyo eje vertebral discursivo ha sido desde sus orígenes la idea de la okupación como un instrumento potencial de lucha revolucionaria contra el Estado y el Capital.

La okupación, con k, significa rebeldía. La práctica de la expropiación popular de inmuebles abandonados es rebelde cuando es dotada de contenidos revolucionarios: apoyo mutuo, acción directa y antiautoritarismo. Si la expropiación de inmuebles es vivida como una mera experiencia dentro del capitalismo, la palabra okupación quedará hueca, vacía de significado. ¿Podrá ser entonces un ensayo de las ¡deas libertarias?

Puedes descargarlo aquí

La Rosa Negra - Distribuidora Peligrosidad Social - Ediciones descarriadas - Impresiones a trompicones
Madrid 2014
100 págs. 

martes, marzo 10

José Antúnez anuncia que irá “hasta la muerte” si las Instituciones Penitenciarias y Brians 2 continúan obviando el caso


Después de llevar más de 40 días en huelga de hambre, el preso José Antúnez Becerra decidió el 6 de marzo iniciar una huelga de sed para seguir denunciando su situación carcelaria. Antúnez reclama a la Junta de Tratamiento de la prisión de Brians 2 (Sant Esteve Sesrovires, el Barcelona) que se le aplique un programa para poder optar a los permisos de salida, ya que Brians 2 lo considera un requisito básico para poder optar a estos . Pero como ha denunciado su abogada Laura Moreno: “El programa de tratamiento está por escrito desde abril de 2014 y el Centro Penitenciario la está incumpliendo utilizando esto para denegarle los permisos”.

Antúnez pide también la revisión de condena. Lleva más de 40 años en prisiones -13 de los cuales sin interrupción- y denuncia que se le está aplicando una cadena perpetua encubierta. El grupo de apoyo y el mismo Antúnez han criticado “el silencio” de las instituciones ante esta lucha. La única respuesta ha sido la visita del Síndic de Greuges, que “tampoco le ha facilitado ninguna solución”, según los familiares.

Las movilizaciones de apoyo no se han hecho esperar. Hoy a primera hora de la mañana se han concentrado un grupo de personas entre Via Favència y Paseo Torras i Bages de Barcelona y han cortado la Meridiana de Barcelona. También en apoyo, se han colgado de uno de los puentes dos personas. Además, el 28 de febrero hubo una concentración frente a la cárcel de Brians 2 y hace unas semanas también hubo concentración frente de Instituciones Penitenciarias.

Según ha informado el grupo de apoyo del Antúnez, el preso ha perdido más de 18 kilos y se encuentra con “ánimos y fuerza”. Sin embargo, su estado de salud es delicado: Antúnez fue trasladado hace unas semanas al hospital penitenciario de Terrassa por una bajada muy fuerte de azúcar. Ahora, con el inicio de la huelga sed, las consecuencias serán mucho más precipitadas y pueden ser irreversibles. José, sin embargo, ya ha anunciado que irá “hasta la muerte”.

https://insurrecto36.wordpress.com/2015/03/09/jose-antunez-anuncia-que-ira-hasta-la-muerte-si-las-instituciones-penitenciarias-y-brians-2-continuan-obviando-el-caso/

Sin confianza en la vía judicial

“La vía judicial ya está agotada”, considera la abogada del preso, Laura Moreno. Por un lado, se ha presentado en la Audiencia Provincial de Barcelona la limitación de 20 años de pena privativa de libertad, pero llevan más de un año esperando la resolución; por otro, hay una queja por incumplimiento del programa de tratamiento y un recurso de apelación contra la denegación de los permisos de salida presentado al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria. Hay también una queja presentada a Inspección de la Generalitat contra la Junta de Tratamiento de Brians 2, para no aplicar un programa de tratamiento a Antúnez y por no contestar o contestar con mucho retraso los requerimientos informativos y documentales de la Jueza de Vigilancia Penitenciaria . La abogada Moreno explica que desde la prisión de Brians2 “están marginando el caso del Antúnez” e incluso “aplicando obstáculos”, ya que no le han dado ninguna cita para hablar con la dirección y han denegado la comunicación del Antúnez con Jorge del Cura, presidente de la Coordinadora para la Prevención de la Tortura. Este último hecho ya ha sido contestado con una queja contra la Dirección de Brians 2.

Según Moreno, en el ámbito judicial sólo queda presentar la libertad condicional si se llega al extremo por su estado crítico de salud. Aún así, la abogada explicó que no hay precedentes de concesión en huelgas de hambre, ni en los casos del País Vasco ni incluso a los años 90, cuando se llevaron a cabo extremas huelgas de hambre por parte de militantes del GRAPO.

De la COPEL hasta el día de hoy

Jose Antúnez Becerra tiene una larga historia de lucha dentro de la prisión. Fue un miembro muy activo en los últimos años de la Coordinadora de presxs en Lucha (COPEL). Más recientemente, ha participado de la campaña ‘Cárcel = Tortura’, que denuncia los maltratos y la vulneración de derechos sistemática dentro de las prisiones.

A lo largo de estos años, Antúnez ha protagonizado múltiples protestas para denunciar su situación y el sistema punitivo en general. Una de sus últimas luchas fue la huelga de hambre que mantuvo durante 36 días, en enero de 2014, para exigir la revisión de su última condena a raíz de la participación en el motín de Quatre Camins de 2004 que reivindicaba el fin de las torturas y maltratos que se sufrían en la cárcel de La Roca del Vallès. En este sentido, el grupo de apoyo del preso ha recordado la importancia de este caso, ya que  Antúnez “es y ha sido un luchador incansable contra las injusticias que ocurren dentro de los muros de las prisiones, pagando años de vida por haberse enfrentado “.

La actual situación de Antúnez Becerra tiene difícil solución. Su condena dura hasta el 2029 y no hay previsto ningún permiso de salida. Ante esto, el José ha decidido ponerse en huelga de sed hasta las últimas consecuencias. Según ha comunicado el grupo de apoyo: “Su objetivo es tan lógico y humano que resulta incomprensible que no pueda realizarlo y evidencia el absurdo de la lógica del encarcelamiento y de la cárcel”. El grupo de apoyo también ha denunciado el gran poder que tienen las Juntas de tratamiento en “valorar y decidir, por encima de toda legalidad” la vida de las personas presas. Desde los entornos cercanos a Antúnez ya han hecho un llamamiento a la solidaridad y esta semana se prevén movilizaciones de apoyo.


                                                            Traducido de “La Directa

domingo, marzo 8

Hiparquía, la primera feminista de la historia

Crates e Hiparquía

La primera feminista de la historia, entiendiéndose feminismo como la crítica y cuestionamiento de la asignación de roles sociales en base al género y la lucha contra el patriarcado, no fue ni Christine de Pizan (1364) -como sostenía Simone de Beauvoir- ni Mary Wollstonecraft (1759); fue Hiparquía (IV a.C.). Hiparquía fue una perra, única componente femenina de la Secta del Perro y la escuela de los cínicos griegos, discípula de Diógenes de Sínope y compañera sentimental de Crates. Además fue ella, y no Hipatia (s. IV-V), la primera mujer filósofa de la historia.

Lamentablemente no se conservan en la actualidad ninguna de sus obras. Diógenes Laercio habla de ella en su famosa obra “Vida de los filósofos más ilustres” (VI,2) dentro del apartado de Crates, su compañero sentimental, siendo la única mujer citada como filósofa en toda la obra aunque, qué sorpresa, sin tener un apartado propio. Gracias al lexicógrafo griego Suidas (s. X) sabemos que escribió al menos tres obras: Hípotesis filosóficas, Epiqueremas y “Cuestiones sobre Teodoro el ateo”. Teodoro -filósofo cirenaico- tuvo un encontronazo algo más que dialéctico con Hiparquía en Atenas. Teodoro no era muy partidario de que Hiparquía asistiese, por ser mujer, a los banquetes con Crates; según él sólo las hetairas podían hacerlo. La despreciaba sobre todo porque se dedicó a la filosofía. Al parecer durante un banquete en casa de Lisímaco, Hiparquía le dejó en evidencia. Teodoro le preguntó si era ella la que había cambiado la rueca por la filosofía, a lo que Hiparquía le contestó con una pregunta retórica si creía él que había hecho mal en dedicarle al estudio lo que por su condición femenina le hubiese correspondido dedicarle a las tareas domésticas. Enfadado Teodoro, parece ser que le arrancó la ropa intentando dejarla en evidencia, pero al igual que una Friné, su desnudez sólo sirvió para justificar su acción:
A esto nada opuso Teodoro, contentándose con tirarla de la ropa; pero ella no se asustó ni turbó como mujer, sino que como Teodoro la dijese:
¿Eres la que dejaste la tela y lanzadera?
respondió: «Yo soy, Teodoro: ¿te parece, por ventura, que he mirado poco por mí en dar a las ciencias el tiempo que había de gastar en la tela?».
 Laercio VI
Hiparquía procedía de una familia acomodada pero pronto abandonó, con 15 años, todas sus riquezas y su poder social heredado para unirse a los cínicos junto a Crates, viviendo sin propiedades,  públicamente. Se cuenta que Hiparquía y Crates sellaron su amor fornicando en las escaleras de un portal público, algo muy común entre los cinicos, que solían orinar e incluso masturbarse en público sin ningún problema basándose en la anaideia (falta del sentido del ridículo). El discípulo de Hiparquia y Crates, Zenón de Citio, fue el fundador del Estoicismo, corriente que abogaba por la igualdad de sexos y el amor libre.

Hiparquía rechazó la cultura oficial ateniense que recluía, excluía y subordinaba a la mujer, expulsándola del espacio público, tanto cultural, política como sociológicamente. Participaba de la vida pública y tenia “visibilidad”, frente a la “invisibilidad” femenina del momento. Desafió con su comportamiento público, su rechazo a la oikonomía y con su interés intelectual, a una sociedad patriarcal, machista y misógina.


Sofía G.

jueves, marzo 5

Anarquismo, Violencia y Utopía

«Para nosotros existe, pese a la actitud escéptica y burlona de los pacifistas, una distinción entre nuestra violencia y la de ellos [los represores]. Nosotros admiramos al rebelde que trató de asesinar a Mussolini o a quienes lograron frente a una multitud encolerizada matar al rey de Italia, al presidente de Francia, al zar de Rusia. Es posible comprender la acción de un hombre contra un tirano. Nos resulta imposible percibir un paralelo entre esta violencia y la que utiliza el Estado: los asesinos de los campos de concentración, las muertes lentas en Siberia, los asesinatos judiciales, el uso de escuadras fascistas para eliminar a los oponentes políticos, el pelotón de fusilamiento, los bombardeos en masa, el uso de métodos de exterminio en gran escala.»

Albert Meltzer nació en Londres, en el seno de una familia obrera en 1920.
Fue boxeador amateur, librero y obrero gráfico. Dedicado al anarquismo desde los 15 años, su primera participación en una reunión anarquista fue en 1935, cuando tomó la palabra para defender al boxeo contra los dichos de Emma Goldman, lo que le valió que ella lo llamara, despectivamente, “un joven hooligan”. Durante la Revolución española de 1936 colaboró en el suministro de armas para los compañeros ibéricos, apoyó la resistencia contra el nazismo y, después de la guerra, a la resistencia anarquista contra Franco. Durante la guerra fue uno de los principales impulsores del motín de El Cairo, como antes lo había sido de la huelga de alquileres y de otras. Fue acusado a menudo de sectario por oponerse a la idea de “una política de puertas abiertas” para el anarquismo. Defendió al movimiento contra los intentos de moderación liberal de la ideología. Impulsó el archivo anarquista más importante de Inglaterra. Murió en mayo de 1996, su féretro fue acompañado por más de 300 compañeros. Toda una vida dedicada a la causa anarquista.

Stuart Christie nació en Glasgow en 1946. Fue aprendiz de técnico dental, peón, obrero gráfico y gasista. A los 15 años se hizo anarquista después de un fugaz paso por el socialismo. A los 17 años fue encarcelado en España por colaborar en un intento de atentado contra Franco. Desde su regreso a Inglaterra en 1967 su militancia incluyó una sentencia acusado de pertenecer a la Brigada de la Cólera. Junto con Albert Meltzer impulsó la reorganización de la Cruz Negra Anarquista, desaparecida, desde su origen ruso, por la represión bolchevique. Ambos han escrito libros autobiográficos y numerosos artículos. Colaboraron en varios periódicos anarquistas, incluidos Bandera Negra, de la C.N.A., y el centenario Freedom.

El presente extracto corresponde al libro “Las compuertas abiertas de la anarquía” (1970), publicado en Argentina por la Editorial Proyección con el título “Anarquismo y lucha de clases”.

Libro completo, en el siguiente enlace…
http://www.mediafire.com/view/78lol4q9diu11do/Anarquismo,_violencia_y_utopía.pdf

lunes, marzo 2

Durruti en el laberinto (libro)

«¿Quién ha muerto a Durruti?» es la pregunta que ha perdurado como una de las cuestiones cruciales de la revolución, la guerra y la contrarrevolución que, entre 1936 y 1939, se disputaron aquel presente a vida o muerte. Pero, como muestra Miquel Amorós, dicha pregunta no encierra sólo la duda sobre las circunstancias concretas del óbito de Buenaventura Durruti, sino también el interrogante sobre quiénes contribuyeron y cómo a la derrota de la revolución social que se estaba produciendo en mitad de la lucha contra el fascismo.
Acompañando los pasos de Durruti desde los días posteriores a las jornadas de julio, cuando la columna que llevó su nombre se dirigía a Zaragoza, hasta su llegada a Madrid, esta investigación va dibujando los sujetos y las ­guras que conforman el laberinto que el revolucionario tuvo que recorrer durante sus últimos meses. Comunistas y agentes estalinistas, el Gobierno y la propia dirección comiteril cenetista jugaron diferentes papeles hasta conducirlos, a él y a su columna, a una ratonera —en el sentido menos metafórico de la expresión—. Si enviar parte de los milicianos a Madrid sirvió para postergar para siempre una victoria decisiva como era la toma de Zaragoza, en la capital —de donde había huido el Gobierno— la columna fue destinada, sin descansar, al avispero de la Ciudad Universitaria, que estaba a punto de caer en manos del ejército de Franco.

Durruti en el laberinto aporta nuevos testimonios que abundan en la hipótesis de la responsabilidad de agentes estalinistas en su muerte, aparentemente fortuita; sin dejar de lado la complicidad de la burocracia cenetista en el Gobierno, tanto en llevarlo hacia el callejón sin salida al que fue conducido, como en el ocultamiento posterior de las circunstancias reales de la tragedia y en la fetichización de su fi­gura. Recuerda Amorós que Mariano Rodríguez Vázquez, Marianet, el entonces secretario general de la CNT, «reunió a todos los testigos y les conminó a guardar silencio» y concluye que «a Durruti le mataron sus compañeros; le mataron al corromper sus ideas».

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Fuente y venta del libro: http://www.viruseditorial.net/