Cuando la multitud hoy muda, resuene como océano.

Louise Michel. 1871

¿Quién eres tú, muchacha sugestiva como el misterio y salvaje como el instinto?

Soy la anarquía


Émile Armand

lunes, noviembre 30

¿Por qué defender los territorios?

Fotografía de la resistencia Mapuche. 
Uno de los referentes en la lucha por la defensa del territorio
 
 
Ya es una realidad difícil de contradecir, nuestras vidas han sido colonizadas en lo más profundo por la lógica mercantil. Cada una de nuestras actividades cotidianas genera ganancia, desde abrir el grifo para beber el vital elemento, hasta alimentarnos con productos genéticamente modificados; desde comunicarnos por las “redes sociales”, hasta tener un techo donde dormir; desde desplazarnos de un lado hacia otro, hasta tener unas cuantas prendas para el frio, siempre habrá una multinacional que se beneficiará, un empresario que sonreirá. Nuestros territorios no son la excepción, el agua, la tierra, los bosques, los mares y hasta el espacio exterior están privatizados. No sabemos hasta qué punto el ritmo actual de destrucción del entorno podrá sostenerse, esta realidad es algo que parecen ignorar tanto los burgueses que lucran con el modelo, como una parte importante de los habitantes de este planeta, los cuales han abandonado los antagonismos y se han refugiado en su sumisa condición de ciudadanos-consumidores. El sistema ha sabido venderse y se ha envuelto seductoramente en un paquete de plástico brillante. La gente ha sido embobada con el embrujo, ha deseado este modelo y lo ha comprado en cómodas cuotas. Las necesidades impuestas por el capital han triunfado, hoy el modelo de vida burgués es el más apetecido por las masas: autos, lujos, despilfarro, destrucción del ambiente, ritmo frenético, vida en grandes urbes, individualismo, ética del trabajo, fascinación religiosa por la tecnología, competencia, y un largo etcétera que no nos debería enorgullecernos como especie.

Los territorios han sido totalmente apropiados por el Estado y las empresas capitalistas, tornándose la idea de público/privado como la única existente. Sin embargo, ¿qué sucede con los bienes comunes; aquellos que pertenecen a la comunidad? Han sido olvidados en un mundo en donde el Estado y la burguesía son los máximos propietarios de todo lo que nos rodea. Lo penoso es que por mientras, la mayoría de la población, más que preocuparse en reconstituir estos bienes comunes expropiados por el Estado y el Capital, está pensando en alcanzar la vida plena dentro de los parámetros que le impuso la idea de felicidad burguesa: adquirir mercancías, regocijarse en las apariencias, legitimar el trabajo asalariado como una forma “digna” de (sobre)vivir, ser más exitoso/emprendedor/productivo, refugiarse en la familia como único espacio de comunidad, profesar el “sálvese quién pueda”, ver mucha televisión y comprarse más mercancías y aparatitos tecnológicos con los cuales embobarse y alienarse. Seamos honestos, la mayoría de los explotados no está pensando en destruir la sociedad de clases, está pensando cómo ascender de clase social, cueste lo que cueste… Y al parecer la sociedad industrial va a imponer costos muy altos.

El sistema económico en los países periféricos como el de “nuestro” país se sostiene principalmente bajo el modelo extractivista, el cual se caracteriza por explotar grandes territorios en función de generar materias primas y energías baratas. La minería, las forestales, las pesqueras, la agro-industria, las hidroeléctricas y las termoeléctricas son la punta de lanza de un modelo que busca siempre crecer, aumentar las ganancias y producir más, siempre con la excusa de generar más trabajos asalariados y mayor progreso para la ficción nacional llamada CHILE. A estos negocios se puede incluir el inmobiliario por devastar grandes territorios (por los costos de su producción) y por crear un urbanismo que destruye los pocos lazos de comunidad que aún existen en las ciudades (la destrucción inmobiliaria se ha llamado también extractivismo urbano).Todos los países de la periferia del mundo, aunque se pinten de derecha o de izquierda, aunque sean más o menos progresistas, tienen un denominador común: se sustentan y reproducen el extractivismo, destruyen los territorios, y con ello las bases materiales y subjetivas para construir un mundo distinto.

¿Qué nos queda en la actualidad? Creemos que lo que nos queda es la defensa de los territorios. Apostamos nuestras cartas a este rumbo, el cual parece ser el único que nos puede otorgar caminos de emancipación. Defender los territorios es asumir la nocividad del actual sistema, el cual está destruyendo nuestro planeta. Si dejamos que los territorios sean totalmente controlados y contaminados no habrá espacio en donde construir una nueva sociedad. Defenderlos no es un asunto patrimonio del ambientalismo como se cree, es una necesidad de la humanidad. Cada vez que protegemos nuestra tierra del capitalismo nos estamos protegiendo nosotros mismos, cuidando las bases materiales para construir el mundo que soñamos. Defender los territorios, también es plantear nuevas formas de vida que no reproduzcan la destrucción del entorno, es cambiar nuestra cotidianidad de forma radical. Relaciones que sean solidarias entre individuos de nuestra propia especie, y también basadas en un equilibrio con las demás especies y animales del planeta.

El actual modelo dividido en clases sociales, patriarcal, especista y racista, el cual mantiene a una minoría en el poder, mientras la gran mayoría se mantiene embobada en el consumo, o lisa y llanamente en la miseria total, no puede seguir tolerándose. Los que nos oponemos al modelo seremos perseguidos y reprimidos, pero nuestras acciones aportarán en la liberación de los territorios que en el presente y en el futuro representarán el hogar de una comunidad distinta y mejor. Por eso, cuando nos pregunten ¿por qué defendemos los territorios? Responderemos:

Porque es una necesidad y porque es nuestro único camino

Porque creemos en una comunidad libre y en equilibrio con su entorno

Porque la vida de los humanos y el resto de los animales no es una mercancía

Porque nuestros sueños solo pueden alcanzarse apoyándose en la materialidad, en un territorio concreto y en un espacio liberado.

A defender nuestra tierra y nuestras vidas.



Escrito por Grupo antidesarrollista del Biobio, Invierno de 2015. Territorio dominado por el Estado chileno.

viernes, noviembre 27

Cómo la no violencia protege al estado

"En este libro, el autor deja en descubierto cuáles son las intenciones de quienes detentan el poder que por medio de ONGs, la cultura oficial del castigo y la “guerra contra el terrorismo” ha influenciado fuertemente a movimientos feministas, ecologistas, anticapitalistas, etc., normalizando la no violencia y el ciudadanismo.

Para esto Peter Gederloos comienza contrastando algunos de los hechos históricos favoritos manipulados por los pacifistas como la independencia india, los movimientos antibélicos de Estados Unidos, Martin Luther King, etc.

Debemos aceptar, siendo realistas, que la revolución es una guerra social, no porque nos guste la guerra, si no porque reconocemos que el status quo es una guerra de baja intensidad y desafiar al Estado tiene como resultado una intensificación de esta guerra. Debemos aceptar también que la revolución precisa del conflicto interpersonal, porque ciertas clases de personas están empeñadas en defender las instituciones centralizadoras que debemos destruir. La gente que sigue deshumanizándose a sí misma actuando como agentes de la ley y del orden deben ser derrotados por cualquier medio que sea necesario, hasta que ya no puedan impedir la realización autónoma de nuestras necesidades." 
 
Páginas: 170
 
Puedes descargarlo aquí

martes, noviembre 24

Tango y anarquía

Reportaje sobre la relación entre el tango, el anarquismo y los anarquistas. Muchos poetas crecieron, trabajaron y soñaron en los mismos lugares donde aquellos más involucrados con las ideas libertarias vivían, sentían o transitaban.

Más información: Las ideas libertarias y la cuestión social en el tango 


sábado, noviembre 21

El terrorista, el miedo, la seguridad y la libertad



Esta estrategia se sustenta con capital, líquido, financiero y material, aportado por privados (empresas, fondos, bancos, aseguradoras, organizaciones internacionales, etc.). Esta interacción entre lo público y lo privado es lo que entendemos que, hoy por hoy, define el complejo funcionamiento de la dominación cuyo sostén político, la forma de gobierno más generalizada en el mundo, es la democracia. Crear y sostener un miedo también es un negocio. 

Implica un plan estratégico de mercado y sus respectivos movimientos tácticos; circulación de flujos y mercancías, posicionamiento, y logística. La primera fase es generar la demanda dado que todo consumo, de por sí, es demanda. Y para esto se realizan campañas en medios de comunicación masivos para generar una opinión y crear falsos consensos cuyas antenas de repetición son los propios individuos. Se generan, tanto a través de casos y montajes policiales como tras actos terroristas, sujetos pasibles de ser temidos (delincuentes, terroristas, etc.), así como sujetos temerosos, que viven en el limbo, entre sus miedos y sus deseos -saturados y enajenados permanentemente por la gestora de los deseos, la publicidad, y un incesante y excesivo flujo de información-, y que hacen de la vida, de la existencia, un campo de batalla.

En el campo económico, el miedo favorece a una serie de sectores y grupos sociales que, por su idiosincracia, configuran un sector económico interpendiente y propio. Aseguradoras, constructoras de cárceles, policías, fabricantes de armas, compañías de seguridad privada, periódicos y programas de actualidad, etc. Todos, de un modo u otro, se benefician del miedo, del sentimiento de inseguridad. Por otro lado los médicos, la industria farmacéutica, los hospitales, psicólogos, escritores de libros de autoayuda, cirujanos, etc. se benefician de los sentimientos de miedo, exclusión, depresión y baja autoestima a la que inducen a las personas.

Tú temes, yo temo, nosotros tememos.

La llamada inseguridad o, mejor dicho, la política de la inseguridad tan en boga hoy en día se instaló definitivamente después de los atentados del 11S, siendo un fenómeno esencialmente urbano y de sociedades densamente pobladas. El fenómeno 11S, en su conjunto, logra el desplazamiento progresivo de las doctrinas de seguridad externa a las de seguridad interna: recolocar la figura del terrorista hacia el interior de la sociedad, generando así un balance perfecto: el miedo a lo externo, a lo diferente, pero en un espacio de cercanía. El terrorista -o el delincuente común en el contexto local- que antes sólo podía estar en Afganistán, Irak, Siria o algún otro país lejano del medio oriente, ahora acecha en cada esquina.

Detrás de esta variabilidad de la figura del enemigo, del indeseable, del monstruo, está la creación del chivo expiatorio: cargar la culpa, rabia y frustración de la masa, acrítica y alienada, en una persona o grupo. En esta lógica cualquier cualquier minoría social -o inadaptado- pasa a ser sospechosa. Delincuentes, disidentes ideológicos, árabes y anarquistas están en el puto de mira.

Es en este contexto en el que los Estados, con los medios de comunicación como creadores y moduladores de opinión, emprenden campañas masivas de miedo y control social. Es a través de la construcción de un sujeto social ignorante, miedoso y egoísta que se construye una cultura del miedo y el control y se permite, ante su mirada pasiva, la instalación de cámaras de seguridad en las calles, de software de escuchas y control de teléfonos y redes sociales. Bajo el falso argumento de la prevención del delito o del terrorismo se realizan seguimientos, escuchas telefónicas, detenciones, juicios, encarcelamientos… De forma que se crean condiciones autojustificantes muy funcionales de cara a la opinión pública: se crea una alarma social, se detiene y se reprime y, a su vez, se justifica el endurecimiento previo. De este modo pueden modificar y endurecer los sistemas penales y jurídicos, formalizando la opresión a niveles que, en otros tiempos, hubieran sido inalcanzables. Esta es, muy resumidamente, la situación en la que nos encontramos tras los últimos montajes contra anarquistas y, sobre todo, tras los atentados de París.

miércoles, noviembre 18

Factoría de terror

Formamos parte de un mundo donde la barbarie y el terror son formas habituales de convivencia, son maneras de vertebrar sociedades y de imponer voluntades. Es lo que muchos llaman el orden criminal del mundo.

París ha sido uno de los últimos escenarios, que no el único, donde el terror ha interrumpido la vida de una forma brutal. Pero no nos engañemos: eso mismo sucede a diario alrededor del mundo. La diferencia en este caso es la espectacularización de los hechos. Cuando las matanzas se suceden en regiones remotas apenas ocupan un pequeño espacio (o ni eso) en los medios informativos de masas y, en consecuencia, ocupan un diminuto lugar en nuestro pensamiento que apenas merece un instante de nuestro preciado tiempo. Por supuesto, cuando el terror se produce entre nosotros debe ser espectacularizado para captar a las masas y preparar el terreno para la justificación de más terror (entrando así en una espiral de la que tan sólo se benefician los mercaderes de la muerte) y la implantación de un nivel superior de estado policial y de control social. No hay que olvidar que en los países donde existen las llamadas democracias formales se necesita vender todo esto como actos de justicia y legítima defensa para justificar toda la coerción y la represión venidera así como los ataques a todo aquel que se considere enemigo, aquí las formas son importantes para diferenciarnos de cualquier dictadura al uso aunque los fondos sean similares.

Francia, Siria, Líbano, Yemen, México, Nigeria, Palestina y tantos otros han vivido en las últimas horas el horror y el dolor que producen las guerras. Y en la guerra, sólo existe una lógica: es necesario que muchos mueran para que unos pocos sigan enriqueciéndose y puedan seguir haciendo girar la rueda en la dirección que más les convenga. Da igual en que bando estés situado, al final de una forma u otra acabas muerto a menos que seas de los que deciden.

Los asesinatos son tan sólo una expresión más del quehacer habitual de un mundo criminal. Si pensamos por un momento todo lo que conlleva esta forma de vivir podemos hacernos una idea más clara de que el terrorismo organizado y la muerte violenta son el pan de cada día necesario para que se mantenga esta locura a la que llamamos mundo civilizado.

A continuación un pequeño esbozo del mundo sobre el que se sustenta nuestro modo de vida: millones de personas condenadas a morir de hambre porque es más rentable producir comida para tirarla que para comer o, simplemente, porque alguien ha decidido que toda esa gente no es necesaria para el sistema.

Millones de personas condenadas a morir por no poder beber agua potable porque es más rentable apropiarse de ella y contaminarla en favor de la extracción de cualquier mierda que ni se come ni se bebe. Millones de personas condenadas a morir porque es más rentable crear supuestos remedios para enfermedades inventadas que erradicar enfermedades en algunas partes del mundo. Millones de personas condenadas a morir porque es mucho más rentable fabricar y vender instrumentos de muerte que, simplemente,  permitir una coexistencia pacífica. La lista podría seguir eternamente y siempre nos encontramos con que los condenados son los mismos (da igual en que región vivan), somos siempre los desposeídos, los que nos vemos forzados a vender nuestra alma y nuestra fuerza para seguir viviendo. Así también nos encontramos con que los que condenan son siempre los mismos, los que se atribuyen la propiedad de todo lo existente: los grandes capitales, los Estados y todas las instituciones que crean y sostienen entre ambos para mantener el orden establecido. Vivimos en un mundo tan civilizado y racional que el beneficio económico se impone por encima de todo y de todos. En un mundo donde todo tiene un precio, la vida es el artículo más barato.

El bombardeo mediático, el espectáculo del terror permite que hoy el dolor se extienda por el mundo en respuesta a los asesinatos de París. Ese dolor genuino nos demuestra que todavía queda algo de humano dentro de nosotros; sin embargo no podemos obviar que todo esto es fruto de esa sobreexposición mediática. No obstante, sabemos que la capacidad de sentir sigue ahí, así que es posible que llegue el día en que todo el terror que se produce a diario nos duela de igual forma (sin necesidad de que nadie nos indique qué víctimas son merecedoras de nuestra empatía). Ese será el día en que estaremos en condiciones de afrontar una verdadera revolución. De iniciar una verdadera lucha por la liberación.
 
 
Fuente: http://quebrantandoelsilencio.blogspot.com.es/2015/11/factoria-de-terror.html

domingo, noviembre 15

Mujeres en la hoguera. La caza de brujas, el cercamiento de tierras y la aparición del capitalismo en Europa

Bajo la acusación de brujería, más de doscientas mil mujeres fueron torturadas y asesinadas en Europa durante los siglos XVI y XVII. Este genocidio tenía un objetivo claro: la imposición del capitalismo por parte de las clases dominantes. 

Las nuevas formas de producción necesitaban cuerpos dóciles y disciplinados y para ello era fundamental acabar con toda forma de resistencia. Las mujeres, que habían liderado numerosas revueltas durante los dos siglos anteriores y controlaban la reproducción, se convirtieron en el enemigo. La caza de brujas permitió confiscar propiedades, demonizar a los mendigos y a los sectores de la población no productivos, acabar con las formas de vida comunales, imponer el control social y los roles de género y excluir a las mujeres de la actividad económica, social y política.

Pero la historia del surgimiento del capitalismo es también una historia de resistencia. Durante más de doscientos años la población europea trató de impedir que se cercaran y expropiaron las tierras y se negó a ser sometida a la tiranía del trabajo asalariado. El Estado necesitó desarrollar toda una maquinaria de control social que incluyó colegios, fábricas, hospitales y cárceles para conseguir los cuerpos dóciles que necesitaba, y ni siquiera así pudo acabar con las insurrecciones, los motines y las revueltas. Muchas mujeres se organizaron y resistieron con fuerza al nuevo orden social, aunque la historia de su lucha ha quedado en el olvido.

Este fanzine es un intento por recuperar parte de esa memoria. En la línea de Silvia Federici y Maria Mies, el texto parte del análisis de la caza de brujas como el proceso de acumulación de cuerpos necesario para el surgimiento del capitalismo, pero se centra también en un aspecto mucho más desconocido: las formas de resistencia organizadas que llevaron a cabo algunas mujeres. El fanzine, muy conocido en Reino Unido y Estados Unidos desde su publicación en 2007, ha sido ahora traducido por primera vez al castellano por Antipersona



jueves, noviembre 12

Carne y cáncer

Hace unos dia la IARC (Agencia Internacional de Investigación sobre el Cancer) de la OMS publico una nota alertando del carácter cancerígeno de la moderna dieta carnívora. La nota ha generado una reacción (esperable) del lobby cárnico, reacción que oscila entre la burla y la defensa de “los puestos de trabajo” de esta industria.
 

La OMS se ha visto obligada a publicar una aclaración donde puntualizan (reiterando lo escrito en el informe) que lo carcinógeno es el estilo de vida basado en una alimentación cada vez más carnívora. De poco les ha servido, los mismos que aplaudían cuando declaró que no había pruebas de la toxicidad de los transgénicos le niegan ahora valor científico (como lo negaron hace unos meses con la clasificación como cancerígeno del glisofato, el herbicida de Monsanto).
 

La producción de carne tiene un gran impacto ambiental, este sector genera el 14.5% de los gases de efecto invernadero y para producir una kcal de carne se necesitan 4,000 litros de agua, mientras que una kcal de cereales necesita 500.
 

Actualmente el consumo medio de carne en el mundo está sobre los 43.1kg por habitante y año (118 g diarios) y en los países desarrollados llega a los 79.3Kg (217g diarios!!!), antes de la crisis en los EUA se consumían más de 100kg anuales por persona (274g), i ahora están sobre los 75. La tendencia, con la irrupción de carne barata es al alza.
 

En los países emergentes (China, India y Brasil) no solo están aumentando el peso de la carne en su dieta, sino que empiezan a ocupar los primeros puestos en la “fabricación” mundial. Por ejemplo la India, es el principal productor de carne bovina, en forma de búfalos, especie más barata de criar que las tradicionales europeas o americanas.


Parece que la carne, más allá de su “valor” alimentario, tiene un valor de prestigio social y que las nuevas clases medias (y aspirantes a ella) hacen de su consumo una señal de su estatus, de su posición económica. Por tanto detrás del consumo de carne hay una ideología social, política y económica.
 

La producción de carne es un caso parecido al de la industria automovilística: la producción ineficiente de unos “objetos” innecesarios, de un gran impacto ambiental y social… Igual que el automóvil se introdujo mediante la destrucción deliberada de otros medios de transporte (por ejemplo Ford acabo con los tranvías de muchas ciudades) o ha condicionado el urbanismo de las ciudades, 
la industria de la carne, ha destruido el sector agrícola.
 

Cada vez más tierras productivas se dedican a forraje, legumbres y cereales para consume animal y a pastos (un 78% de las tierras agrícolas se dedican a esto…), más de la mitad de los cereales se dedican a piensos .
 

En un mundo donde el número de personas hambrientas o muertas por desnutrición es cada día más grande (aunque el porcentaje sea más pequeño) el uso mayoritario de la tierra para producir carne es como menos inhumano, incluso des de el punto de vista capitalista.
 

La industria de la carne está cada vez más concentrada en 10 empresas (4 de los EUA, 3 de Brasil, 2 de Europa y 1 del Japón) estas empresas facturan 189,000 millones de dólares al año. Una concentración parecida se produce en la genética animal, controlada por 7 empresas (2 de los EUA, 4 de Europa y una de Tailandia). Tres empresas controlan el 95 de los pollos de engorde (una de Europa, una de los EUA y una de Tailandia).
 

Los países desarrollados subvencionan enormemente la producción de carne, así las subvenciones llegan a los 52.000 millones de dólares, de todo este dinero el 35% va al bovino i un 29% a la producción de leche (mayoritariamente de vaca) i un 14% al porcino, el resto (un 22%) se reparte entre los huevos, el ovino, la soja, las aves…


lunes, noviembre 9

¿Por qué no votan lxs anarquistas?

Nos hacen esta pregunta una vez más. Cada convocatoria electoral, y principalmente desde "las izquierdas", poniéndose la venda antes de hacerse la herida, culpan al abstencionismo de la hegemonía de la derecha en la farsa electoral.

Es una pregunta que no tiene una respuesta simple. En primer lugar y frente a lo que a algunos, y no precisamente anarquistas, les gustaría, el anarquismo no es un dogma, nunca se planteó que tenía la verdad revelada en sus manos, en consecuencia ha operado siempre, a la vez que en lo social y lo cotidiano, en una labor de crítica y reflexión permanente. El preguntar por qué no votamos es equivalente a preguntar ¿cómo concibe el anarquismo la intervención política? ¿Considera el anarquismo que hay un nivel político en el que se debe actuar? ¿Las elecciones no son parte sustancial de toda práctica política? ¿Ningún anarquista vota nunca?

Entendemos que, mientras el pueblo alimente, mantenga y enriquezca a los grupos privilegiados de la población mediante su trabajo, incapacitado para el auto-gobierno por verse forzado a trabajar para otros y no para sí, estará invariablemente regido y dominado por las clases explotadoras. Esto no puede remediarlo ni siquiera la constitución más democrática, porque el hecho económico es más fuerte que los derechos políticos, que carecen de significado sin igualdad económica.

Hablar de elecciones es aludir sólo a una parte de una estructura de poder que es bastante más amplia. En la actualidad, cuando el aparato ideológico del sistema (administraciones, poder judicial, medios de comunicación…) hace la guerra abierta a lo solidario, a todo lo que pueda generar culturas de cooperación y apoyo mutuo, al tiempo que alimenta la fragmentación, la atomización, el que cada cual vaya a lo suyo, no resulta sencillo plantear algunas cosas.

Dentro de las reflexiones -que ya muchos se hacen- está el papel que juegan las elecciones en un sistema como el presente: ¿Tiene esto algo que ver con una democracia auténtica? Consideramos que es cuando menos ingenuo, pretender poner patas arriba los mecanismos del sistema, empleando para ello sus herramientas de legitimación (elecciones): todo el juego electoral cumple fines tendentes a la legitimación del sistema.

Mientras el sufragio universal se ejerza en una sociedad donde la mayoría de la población está económicamente dominada por una minoría que controla de modo exclusivo y excluyente la propiedad y el capital; por libre que pueda parecer el pueblo desde el punto de vista político (libertad política que, muchos ya lo han comprobado, se reduce a poder elegir la papeleta que metes en el sobre, ojito con ir más allá), esas elecciones sólo pueden ser ilusorias y antidemocráticas en sus resultados, que invariablemente se revelan absolutamente opuestos a las necesidades y a la verdadera voluntad de la población.

Bajo el capitalismo, la burguesía está mejor equipada que los trabajadores para hacer uso de la democracia parlamentaria. Es cierto que las clases dominantes saben mejor que el pueblo lo que quieren y lo que deben tener: el propósito que persiguen no es nuevo ni inmensamente vasto en sus fines, como acontece con el nuestro. Al contrario, es un propósito conocido y completamente determinado: la preservación de su dominio político y económico.

La falsedad del sistema representativo descansa sobre la ficción de que el Gobierno o y las Cortes o Parlamento surgidos de elecciones deben representar la voluntad del pueblo, o al menos de que pueden hacerlo. El pueblo quiere instintiva y necesariamente dos cosas: la mayor prosperidad material posible dadas las circunstancias, y la mayor libertad para sus vidas, libertad de movimiento y libertad de acción.

¿Cómo puede el pueblo controlar los actos políticos de sus representantes? ¿No es evidente que el control ejercido en apariencia por los electores sobre sus representantes es, en realidad, una pura ficción?

Abismo entre quienes gobiernan y quienes son gobernados: las finalidades de quienes gobiernan —de quienes elaboran las leyes del país y ejercitan el poder ejecutivo— se oponen diametralmente a las aspiraciones populares debido a la posición excepcional de los gobernantes y de la clase política en general: sean cuales fueren sus sentimientos e intenciones democráticas, sólo pueden considerar esta sociedad desde la elevada posición en la cual se encuentran. La posesión del poder induce a un cambio de perspectiva. Tal ha sido la eterna historia del poder político desde el momento mismo de establecerse en este mundo. Esto explica también por qué y cómo hombres demócratas y rebeldes de la variedad más roja, se hicieron extremadamente conservadores cuando llegaron al poder. Por lo general, estos retrocesos suelen atribuirse a la traición. Pero es una idea errónea; en su caso, la causa dominante es el cambio de posición y perspectiva.

Puesto que el Estado político no tiene otra misión que la de proteger la explotación del trabajo por parte de las clases económicamente privilegiadas, el poder de los Estados sólo está destinado a oponerse a la libertad del pueblo. Quien dice Estado dice dominación, y toda dominación supone la existencia de masas dominadas. Por consiguiente, el Estado no puede tener confianza en la acción espontánea y en el movimiento libre de las masas, cuyos intereses más queridos militan contra su existencia. Es su enemigo natural, su invariable opresor, y aunque tiene buen cuidado de no confesarlo abiertamente, tiende a actuar siempre en esta dirección. Por democrático que pueda ser en su forma, ningún Estado puede proporcionar al pueblo lo que necesita, es decir, la libre organización de sus propios intereses de abajo arriba, sin interferencia, tutela o violencia de los estratos superiores. Porque todo Estado, hasta el más republicano y democrático es esencialmente una máquina para gobernar a las masas desde arriba, a través de una minoría privilegiada, que supuestamente conoce los verdaderos intereses del pueblo mejor que el propio pueblo.

De este modo, incapaces de satisfacer las exigencias del pueblo o de suprimir la pasión popular, las clases poseedoras y gobernantes sólo tienen un medio a su disposición: la violencia estatal, en una palabra, el Estado, porque el Estado implica violencia, un gobierno basado sobre una violencia disfrazada o, en caso necesario, abierta y sin ceremonias.

La producción capitalista y la especulación financiera se llevan muy bien con la llamada democracia representativa; porque esta forma moderna del Estado, basada sobre una supuesta voluntad y soberanía popular, supuestamente expresada por los representantes en los parlamentos, unifica en sí las dos condiciones necesarias para la prosperidad de la economía capitalista: sometimiento efectivo del pueblo a la minoría que teóricamente le representa e identificación con los valores “sociales”.

Los anarquistas hemos votado en muchos lugares e instancias: sindicatos, cooperativas, centros sociales y populares, asambleas. El problema no es el voto ni la democracia. La cuestión es a qué mecanismo pertenece tal voto y de qué democracia hablamos.

En estas circunstancias, cuando la agresión ideológica del sistema es alta, cuando los medios de comunicación son la única fábrica de opinión, cuando coordinarse y movilizarse se criminaliza y reprime, cuando la miseria de las poblaciones crece… hay una búsqueda -en la que está mucha gente- de herramientas que permitan la lucha. En esa búsqueda queremos estar. No es tanto el votar o no votar, sino qué hacemos entre convocatoria y convocatoria electoral y en qué condiciones nos “enfrentamos” a las mismas.


Extraído de: http://www.apoyo-mutuo.org/por-que-no-votan-los-anarquistas/

viernes, noviembre 6

Continúa la represión: 5 miembros de Straight Edge Madrid detenidxs ayer y Comunicado de las detenidas de la última fase de la Operación Pandora en la calle


Represión: 5 miembros de Straight Edge Madrid detenidxs esta mañana.

Nota de Contra Madriz: Iremos actualizando a medida que vaya saliendo más información.

[Actualización 05/11/2015, 10:51h]: Nota de prensa de la policía.


Agentes de la Brigada de Información de la Policía Nacional de Madrid han detenido a cinco personas, integrantes del grupo anarquista Straight Edge, a las que acusan de los delitos de pertenencia a organización criminal con fines terroristas, daños y apología del terrorismo.

En los registros domiciliarios se han encontrado material para la fabricación de artefactos explosivos, diversas cantidades de pólvora y manuales para la elaboración de bombas caseras.

Agentes de la Brigada de Información de la Policía Nacional de Madrid han desarticulado hoy, en el marco de la “operación Ice”, al colectivo Straight Edge, de corte anarquista, con la detención de cinco personas. A este grupo se le considera responsable del ataque con artefactos incendiarios contra cuatro sucursales bancarias de Madrid. Aunque en esta ciudad era donde el grupo desarrollaba principalmente su actividad delictiva, también se les considera autores de un ataque a una entidad bancaria y otro contra un centro comercial
de Barcelona.

Los detenidos serán puestos a disposición de la Audiencia Nacional y están acusados de los delitos de pertenencia a organización criminal con fines terroristas, daños y apología del terrorismo. Cuatro de los arrestados residen en Madrid y el quinto en el municipio madrileño de Las Matas.

Además de las detenciones, los agentes de la Brigada de Información de la Policía Nacional de Madrid han procedido, con la correspondiente autorización del Juzgado Central nº3 de la Audiencia Nacional, al registro de varios domicilios. En ellos, los agentes han encontrado material para la fabricación de artefactos explosivos, diversas cantidades de pólvora, mechas, así como manuales para la elaboración de bombas caseras. Igualmente se han incautado de documentación y propaganda relativa a la banda terrorista Grupos Anarquistas Coordinados (GAC), autores, entre otros actos terroristas, de las bombas colocadas en la Basílica de El Pilar (Zaragoza) y de La Almudena (Madrid).

El hallazgo de este material confirma los vínculos que relacionan a Straight Edge con los Grupos Anarquistas Coordinados (GAC), singularmente con los individuos de GAC que fueron detenidos por la Policía Nacional el pasado día 30 de marzo en el marco de la “Operación Piñata”.
Fin de la actualización.
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[Actualización 22:00h] Según los medios de intoxicación de masas los detenidos están acusados de ataques en Madrid y Barcelona.

Según una reciente (des)información de la agencia EFE, a los miembros de STRAIGHT EDGE MADRID se les acusa de ataques con artefactos incendiarios en cuatro sucursales bancarias de Madrid, otra de Barcelona y un centro comercial de la capital catalana. Los arrestos han sido ordenados por el Juzgado Central de Instrucción número 3 y a los detenidos/as se les acusa de pertenencia a organización criminal con fines terroristas, daños y apología del terrorismo. Según la madera durante el registro de varios domicilios se ha hallado material para la fabricación de artefactos explosivos, diversas cantidades de pólvora, mechas, así como manuales para la elaboración de bombas caseras. También dicen haber hallado documentación relativa a la coordinadora GAC, lo que según ellos prueba los vínculos que relacionan a Straight Edge con los Grupos Anarquistas Coordinados (GAC), en especial con los individuos que fueron detenidos por la Policía Nacional el pasado día 30 de marzo en el marco de la operación Piñata.

De momento es la única información disponible, que hay que tomar con cautela, al provenir de una fuente estatal e intoxicadora como la agencia EFE.

[Actualización 20:08h] Comunicado anónimo recibido por correo electrónico.
Recibido por correo electrónico

5 compañeras más, una misma lucha!

En la madrugada del 4 de Noviembre de 2015 la brigada de información ha irrumpido en las casas de cinco compañeras pertenecientes al colectivo STRAIGHT EDGE MADRID, registrando hogares e incautando material del colectivo. Los registros han acabado con la detención de cinco compañeras quienes se encuentran detenidas en la comisaría de Moratalaz y no podrán hablar con un abogado hasta el próximo día. Se espera que pasen a disposición judicial el viernes.

Otra operación contra el movimiento anarquista tras la pasada segunda edición de la Operación Pandora, en donde compañeras de Barcelona (barrios de Gracia, Sant Andreu y Sants) y en Manresa fueron detenidas por supuesta pertenencia a los GAC (Grupos Anarquistas Coordinados) y en donde una de ellas se encuentra en prisión preventiva.

Este mismo año vivíamos hace unos meses en Madrid, Barcelona, Palencia y Granada la llamada Operación Piñata en donde ocurría lo mismo: registros de hogares y centros sociales que acabó con la detención de 15 personas acusas de “pertenencia a organización terrorista”.

El pasado Diciembre observamos la llamada Operación Pandora en donde ocurría lo mismo: la policía irrompió en 14 casas y centros sociales y detuvieron a 11 anarquistas en Barcelona, Sabadell, Manresa y Madrid. No podemos olvidar a nuestras compañeras encerradas desde 2013, Monica y Francisco, quienes desde el primer momento fueron enviadas a la cárcel bajo régimen F.I.E.S (Ilegalizado por el Tribunal Supremo) acusadas de colocar un aparato explosivo en la basílica del Pilar en Zaragoza, sin herir a nadie.
Todo esto tiene un solo nombre: Represión. Represión al movimiento anarquista, a las que luchamos por crear puntos de vista y espacios libres de toda autoridad. No somos ni culpables ni inocentes, somos anarquistas.

Ante su represión nuestra solidaridad como arma.

¡Si ser anarquista es un delito, entonces somos delincuentes!

¡Solidaridad compañeras detenidas!

Fin de actualización.
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Extraemos de facebook de Straight Edge Madrid
Esta madrugada la brigada de información ha irrumpido en la casa de 5 de nuestrxs compañerxs efectuando registros, llevándose material del colectivo; acabando con sus 5 detenciones.

Ahora mismo se encuentran en la comisaría de Moratalaz y hasta mañana no les dejan ver al abogado. Se espera que pasen a disposición judicial el viernes.

SOLIDARIDAD Y DIFUSIÓN.

SU REPRESIÓN NO NOS AMEDRENTA.
https://contramadriz.espiv.net/index.php/component/k2/item/818-actualizacion-05-11-2015-10-51h-5-miembros-de-straight-edge-madrid-detenidxs



COMUNICADO DE LAS DETENIDAS EN LA ÚLTIMA FASE DE LA OPERACIÓN PANDORA

El pasado miércoles dia 28 somos detenidas nueve personas en el marco de una nueva operación anti-terrorista orquestada por el aparato de información del Cuerpo de Mossos d’Esquadra, en connivencia con el juzgado numero de 3 de la Audiencia Nacional española. Tras el registro-saqueo de nuestros domicilios, así como del Ateneo Libertario de Sants, somos llevadas a diferentes comisarías de la periferia de Barcelona, siendo al día siguiente entregadas a la Guardia Civil para nuestro traslado a Madrid. El viernes a mediodía somos llevados ante el juez Juan Pablo Gonzalez Gonzalez, que decreta la puesta en libertad con cargos para dos de nosotras, la entrada en prisión eludible con fianza para seis, y la prisión incondicional para el compañero que actualmente se encuentra encarcelado en Soto del Real.

El conjunto de detenidas que actualmente nos encontramos en la calle queremos hacer públicas una serie de reflexiones y posicionamientos políticos:

La acusación genérica para las nueve es de “Pertenencia a organización criminal con fines terroristas”. En concreto nos imputan formar parte del entramado “GAC-FAI-FRI”, que como es sabido se trata de un concepto artificialmente construido por los cuerpos policiales, un conjunto de siglas en el que intencionadamente y de forma bien calculada mezclan espacios de coordinación entre colectivos (GAC) con la ‘firma’ que a nivel internacional algunos grupos utilizan para reivindicar acciones de sabotaje. (FAI-FRI).

La construcción de esta organización-marco aporta a la policía todos los recursos represivos que proporciona el dispositivo anti-terrorista: tribunales de excepción, mayor inseguridad jurídica, penas mucho más duras para las compañeras a las que se condene por haber realizado determinadas acciones, detenciones incomunicadas, regímenes penitenciarios especiales, relaciones personales de amistad/compañerismo conceptuadas como delictivas, amplificación mediática, estigmatización social, etc. Basta decir que durante todo el proceso de detención -desde el momento en que vimos nuestras casas invadidas y saqueadas hasta que fuimos llevadas ante el juez- no hemos sabido siquiera de que se nos acusaba.

Con la invención de las siglas GAC-FAI-FRI las fuerzas policiales han diseñado una red con la que potencialmente pueden pescar todo lo que se mueva dentro del ámbito anarquista y anti-autoritario. En el contexto de esta nueva organización-marco, asistir a jornadas de debate, participar en asambleas, visitar a compañeras presas o simplemente tener contacto personal con una persona considerada miembro de la organización son indicios suficientes como para ser incluida en su lista negra. Es este carácter difuso y extensivo el que da verdadera fuerza a la estrategia anti-terrorista: tras cada oleada represiva, aquellas que se solidaricen con las detenidas serán también susceptibles de ser consideradas parte de la organización y por lo tanto detenidas, y así sucesivamente. El concepto de la organización terrorista está pensado para ser ampliado indefinidamente, tal vez con la perspectiva de que llegue un momento en el que el entorno considerado como peligroso quede finalmente aislado y asfixiado por la dinámica represiva, o que la incapacidad de este entorno para seguir actuando políticamente esté tan mermada que no valga la pena seguir golpeándolo. El hecho de que esta nueva operación contradiga las propias declaraciones de los Mossos (que afirmaban que la sección barcelonesa de GAC-FAI-FRI ya estaba desarticulada) no nos sorprende, ya que la organización terrorista es construida, modificada y ampliada por la propia acción policial, y no al revés. La “lucha contra el terrorismo” crea al terrorismo, de la misma manera que la ley crea el delito.

El intento de fijar la existencia de una organización anarquista terrorista supone por lo tanto un salto cualitativo en la estrategia represiva contra las luchas, un salto que no debería pasar desapercibido por nadie y que exige una profunda reflexión en el seno de los movimientos.

Señalamos a la Conselleria d’Interior de la Generalitat y específicamente a la Comissaria General d’Informació del CME como responsables directos de esta última agresión represiva. Los intentos de tirar balones fuera alegando que los Mossos se limitan a seguir órdenes de Madrid son solo una tentativa cobarde y mezquina de eludir su responsabilidad y encubrir su implicación en los hechos, habiendo impulsado y diseñado hasta el último detalle la operación aprobada por la Audiencia Nacional.

En este sentido, ver como la Generalitat de Catalunya entrega a jóvenes catalanas a los tribunales, cárceles y cuerpos represivos continuadores del franquismo español, nos ofrece una imagen muy clara de cuáles son las bases reales del llamado “proceso soberanista”, evidenciando lo perverso de la retórica libertadora que lo rodea. Lo cierto es que hace tiempo que el Govern ha identificado al ámbito anarquista y anti-autoritario catalán como un enemigo a batir, y el proceso Pandora no tiene otro objetivo que acercarse a esta meta. Se golpea al anarquismo no por sus ideas en lo abstracto, si no por lo que ha sido, es y puede ser en la práctica: una minoría de revolucionarias que no duda en desafiar al sistema y sus fundamentos opresivos y corruptos, que anima a quienes les rodean a rebelarse, y que se resiste a dejarse seducir por los canales de integración política que ofrece la democracia liberal capitalista.

Durante el último de ciclo de luchas, alimentado por la crisis de financiarización global y las políticas de austeridad que han cargado todo el peso del ajuste sobre las espaldas de las explotadas, se ha abierto en Catalunya un terreno de contestación en el que el papel de los revolucionarias ha resultado especialmente molesto para el proyecto neo-liberal de la Generalitat. Con todos nuestros límites, errores y contradicciones, durante estos últimos años hemos peleado para frenar los ataques dirigidos contra las condiciones de vida (en materia de trabajo, vivienda, sanidad, etc.) de todas; hemos difundido un análisis estructural de la crisis, que demuestra que el problema no es uno u otro aspecto del sistema, sino el sistema en sí; hemos creado espacios y redes para la resolución de nuestros problemas y necesidades mediante la solidaridad y el apoyo mutuo, estructuras autónomas respecto de las instituciones y sus dinámicas paternalistas y caritativas; hemos, junto a otros miles de personas, fortalecido las huelgas que han encendido la ciudad en defensa de nuestros intereses como trabajadoras; hemos levantado barricadas frente a la destrucción de los centros sociales barriales; hemos salido a la calle para repudiar el feminicidio, para visibilizar la explotación de las mujeres en el ámbito de la reproducción y el trabajo de curas, para desobedecer las leyes anti-aborto que pretenden controlar nuestros cuerpos y nuestras vidas; hemos denunciado y roto el silencio en torno a la violencia y los asesinatos policiales, en torno a la persecución racista, la maquinaria de deportación, los CIE, las cárceles y, por supuesto, no hemos dejado de señalar y atacar a los responsables últimos de nuestra miseria, los Estados, la patronal y las élites financieras locales e internacionales.

Todo esto es lo que somos, todo esto es lo que pretenden destruir. El objetivo político de estas oleadas represivas no es otro que el de difundir el miedo y el desánimo para obtener unos movimientos sociales domesticados, reacios a desobedecer y romper con las reglas del juego que el Poder impone para auto-perpetuarse. De ahí la represión contra anarquistas, comunistas, independentistas, huelguistas del 29m, encausadas de Can Vies, encausadas por la acción de Aturem el Parlament… El sistema no pretende sentenciar nuestra culpabilidad, sino demostrar su inocencia: quiere absolverse por la vía de des-legitimar, aislar y neutralizar a todo aquél que le acuse y le plante cara.

La respuesta solidaria a nuestras detenciones nos muestra que nuestros enemigos todavía están lejos de lograr sus objetivos. Queremos agradecer y saludar todas y cada una de las muestras de solidaridad expresadas estos días. 

Las manifestaciones, las concentraciones, las acciones, los gestos de complicidad y cariño, las aportaciones económicas, … el enorme apoyo recibido tiene un valor incalculable para nosotras, un valor que compensa con creces el mal trago, que lo empequeñece hasta ridiculizarlo. No creemos en sus leyes, ni en las garantías que está nos ofrece: nuestra única defensa, nuestra única garantía, es la respuesta solidaria en la calle. La masiva demostración de apoyo que nos habéis brindado, y que anteriormente brindamos a nuestras hermanas detenidas en las anteriores operaciones, evidencia el fracaso de la estrategia anti-terrorista en aislarnos mediante la extensión del miedo.

Ahora estamos en la calle, pero sólo a medias. Una parte de nosotras, Quique, sigue encarcelado en la prisión de Soto del Real. Es por eso que la solidaridad no solo no debe detenerse, sino que debe multiplicarse. Hacemos un llamamiento a intensificar la lucha en la calle para su excarcelación, a que todas y cada una de las compañeras le escribamos al menos una carta, y a secundar con fuerza todas las convocatorias que se lancen en su apoyo, así como estar muy atentas a cualquier petición o información que salga de los colectivos de los que forma parte: Acció Llibertària de Sants y el Sindicato de Oficios Varios de la CNT-AIT de Barcelona. En ningún caso vamos a dejarle sólo, ni a el, ni a Mónica, ni a Francisco, ni al resto de compañeras encarceladas. Ni detenciones, ni procesos, ni cárceles podrán romper nuestros lazos de solidaridad o nuestro compromiso político. Para nosotras, las sucias celdas donde hemos estado estos días siempre serán lugares más dignos que los lujosos despachos desde los que gestionan la miseria de todas.

NI UN PASO ATRÁS!
 
LA LUCHA ES EL ÚNICO CAMINO!


Detenidas de la última fase de la Operación Pandora que actualmente se encuentran en la calle

martes, noviembre 3

Los anarquistas en la praxis marxista

 Tropas del Ejército rojo atacando Kronstadt

Es ya un lugar común decir que la historia la escriben los vencedores. En el caso de la Revolución rusa, durante mucho tiempo se nos contó de manera simplista que un grupo de revolucionarios, comandados por Lenin, tomó el Palacio de Invierno para dar lugar al primer gran régimen socialista. Ahora, con otro tipo de historiografía oficial dominante, difícilmente se va a dar protagonismo en la historia a las masas y la defensa de sus organizaciones autónomas frente al poder.

Mencionamos tres libros impagables que nos introducen en la Revolución rusa, el gran paradigma de la praxis marxista, desde el punto de vista de la autonomía del pueblo, no de ninguna élite, y aportando un análisis antiautoritario: Historia del movimiento Majnovista, de Piotr Archinov, La revolución desconocida, de Volin, y El mito bolchevique, de Alexander Berkman.


En el caso de la obra de Volin, se repasa de manera sucinta la historia de Rusia a partir de 1825, año del fracasado motín de los decembristas (en donde el poeta Pushkin fue un simpatizante), para detenerse luego en 1905 y, por supuesto, en la revolución de 1917; finalmente, el aplastamiento de todo intento verdaderamente revolucionario por parte de los bolcheviques en 1921. Volin narra los acontecimientos utilizando como fuente testigos directos y se arroja así luz sobre hechos oscuros o interesadamente tergiversados por historiadores afines al régimen bolchevique. La revolución desconocida echa por tierra las mentiras históricas de defensa de un régimen inaceptable y finalmente contrarrevolucionario; frente a la simpleza tan manida de que fue Stalin quien pervertió la Revolución, tal y como sostuvo Trotski, podemos leer las siguientes palababras: "¡Qué simple! Aun demasiado simple para dar explicación de nada. La explicación está, sin embargo, bien señalada: el estalinismo fue la consecuencia natural del fracaso de la verdadera Revolución, y no inversamente; y tal fracaso fue el fin natural de la ruta falsa en que el bolchevismo la empeñó. Dicho de otro modo: la degeneración de la Revolución extraviada y perdida trajo a Stalin, no Stalin quien hizo degenerar la Revolución"

En la segunda parte de su obra, Volin pone en evidencia los rasgos del nuevo régimen burocrático y totalitario: la situación de los obreros y campesinos, el poder y los privilegios de los nuevos amos y clase explotadora (los funcionarios del Estado), en definitiva, la estructura política y económica de la nueva sociedad con su autoritarismo y negligencia. También se detalla la anulación de la lucha autónoma y de la resistencia de los trabajadores contra el nuevo poder marxista en su focos más evidentes: el movimiento huelguístico de los obreros de Petrogrado, la Comuna de Kronstadt y la revolución de Ucrania. La realidad es que los bolcheviques tomaron el poder gracias a que gran parte del pueblo confió el destino de la revolución a un Partido; éste, a medida que se consolidaba en el poder fue anulando las conquistas revolucionarias. Gran parte de las masas comprendieron el error y trataron de enmendarlo, actuaron por su cuenta y tomaron la iniciativa para recuperar su autonomía. Las ideas anarquistas, al mismo tiempo, se fueron extendiendo; a los libertarios de Ucrania, se unieron los sublevados de Kronstand, que reclamaban un soviet libre bajo la autogestión obrera. La realidad es que el nuevo Estado socialista, consciente del peligro para su existencia, aplastó de manera implacable cada uno de esos focos: a los anarquistas y a cualquier forma de disidencia y descontento.

Los anarquistas fueron los primeros en denunciar el sistema burocrático y totalitario en Rusia, ellos mismos sufrieron la represión. A pesar de todo los mitos que se produjeron en los años posteriores, la verdad estaba accesible para quien quisiera conocerla; precisamente, para una auténtica sociedad libre de explotación, es necesario insistir en esos hechos históricos. Otro libro fundamental es Los anarquistas rusos, de Paul Avrich. Según este historiador, el anarquismo en Rusia poseía raíces profundas, con ideas provenientes de los pensadores occidentales, pero también con elementos indígenas. En 1905, en ese primer momento revolucionario, los anarquistas saludaron con entusiasmo el levantamiento espontáneo de las masas, en el que creyeron ver una plasmación de las ideas de Bakunin; no se produjo un movimiento libertario cohesionado y, después del fracaso revolucionario y de la consecuente represión, entrarían los anarquistas en un letargo hasta 1917. El fin de la monarquía, y el posterior derrumbamiento de la autoridad política y económica, hizo confiar a los ácratas en que el momento definitivo ya había llegado: se emprendió la tarea de acabar con el Estado y de dejar los medios de producción, campos, fábricas y talleres, en manos del pueblo. En la etapa de la insurrección y de la guerra civil, los anarquistas intentaron con todo su empeño llevar a cabo su programa de "acción directa": control obrero de la producción, creación de comunas libres en el campo y en la ciudad, combate sin cuartel contra los enemigos de la sociedad libertaria… Desgraciadamente, frente a los intentos de construir una sociedad de libertad e igualdad plenas, un nuevo despotismo se levantó sobre las ruinas del viejo.

Alexander Berkman, en 1925, al final de El mito bolchevique y después de ser testigo de infinidad de hechos intolerables en los que trató de vislumbrar la intención revolucionaria del nuevo poder, lo expresa de la siguiente manera: "El bolchevismo es el pasado. El ser humano pertenece al ser humano y su libertad". Hay que decir que Berkman consideraba tiempo atrás que Lenin y los bolcheviques eran la auténtica vanguardia de la emancipación social de los trabajadores. Hasta que no observó él mismo la realidad, creyó de alguna manera eso de que los marxistas, en última instancia, son anarquistas y solo confían temporalmente en la toma del poder revolucionario para acabar convirtiendo en innecesario el Estado; Marx y Engels aseguraron que el poder político era solo un medio temporal, el Estado iría gradualmente desapareciendo, ya que sus funciones se convertirían en innecesarias y obsoletas. Incluso, confiando en ello, Berkman atenuó durante cierto tiempo las críticas a los bolcheviques, a los que consideraba acosados por los más implacables enemigos, procurando la cooperación de todas las facciones revolucionarias. La acumulación continua de evidencias hizo que Berkman comprobara que los bolcheviques habían convertido la revolución en un monstruo grotesco basado en la brutalidad organizada; la lucha de clases, ese fundamental concepto socialista, se había convertido en una guerra de venganza y exterminación.

Y, como es sabido, la Revolución rusa no fue una consecuencia legítima de los postulados de Marx, ya que el desarrollo de las fuerzas productivas no habían tenido el debido desarrollo dentro del capitalismo, fundamental según Marx para que se produzca el aumento y organización del proletariado; nada de eso había ocurrido en Rusia, país eminentemente rural en el que no existía antagonismo entre el desarrollo del capitalismo (inexistente) y la clase obrera industrial (débil). A pesar de ello, Lenin creyó ver una serie de condiciones favorables para llevar a cabo una revolución supuestamente socialista que, si bien pudo tener en un principio unos rasgos libertarios basados en las justas aspiraciones del pueblo, enseguida derivó haca una actitud de desconfianza hacia las masas, utilizó el terror como medio y adoptó una fuente indiscutible de verdad, el Estado, destruyendo toda iniciativa individual o colectiva. Si la teoría de Marx y Engels consideraba el Estado como un medio temporal para que el proletariado acabara con sus adversarios, los bolcheviques otorgaron a ese axioma sociopolítico un carácter universal. Tal y como consideraban los anarquistas desde el principio, el Estado, da igual la forma que adopte, y el esfuerzo constructivo revolucionario se convierten en incompatibles.

La obra de Berkman cubre el periodo del comunismo militar y de la denominada NEP (nueva política económica, que no es sino la introducción del capitalismo en Rusia, una mezcla entre monopolio estatal y negocios privados). Entre 1919 y 1921, momento de la invasión extranjera, de la guerra civil y del bloqueo, los bolcheviques mantenían la promesa de que la política de terror y persecuciones cesaría después de ese periodo; eso explica el apoyo y la esperanza de gran parte del pueblo ruso y la cooperación por parte de la mayoría de los elementos revolucionarios. Después de aquellas amenazas, el régimen de terror se mantuvo y aumentó la insatisfacción en varias zonas del país; de ahí, por ejemplo, el levantamiento de los marineros, soldados y obreros de Kronstadt, finalmente aniquilado de manera cruenta por orden de Trotski. La dictadura comunista se mantuvo siempre con una represión extendida incluso a la propia cúspide del Partido, y, además, se acabó introduciendo el capitalismo; nunca pudo calificarse aquello de dictadura del proletariado, ya que los obreros estaban más esclavizados políticamente y explotados económicamente, según relata Berkman, que en cualquier otro país.

La represión de la vida cultural y social de un país produce depresión y estancamiento; el ser humano y la sociedad necesitan, al menos, cierto grado de libertad, de seguridad, de derecho a llevar a cabo iniciativas personales y de liberar sus energías creativas para el progreso económico y en todos los ámbitos de la vida. Berkman consideró que era imperativo denunciar el engaño, ya que los obreros occidentales podían ser seducidos por las mentiras que sus hermanos en Rusia.